Política y paz | Una sola humanidad | Espiritualidad | Sociedad | Tierra sagrada

Un nuevo tiempo

Dicen que un rey se ha apeado de su viejo y gastado trono, que prefiere ir de safari y otras aventuras sin tener que dar cuenta después a sus "súbditos"… Los grandes cambios que estábamos esperando, ya son con nosotros/as. Ya no somos súbditos. Venimos de echarnos todo el futuro a nuestras espaldas. "Podamos" estar nosotros a la altura de las grandes transformaciones que ya están aconteciendo. Ya no es sólo que un borbón abandone y pase el cetro a su hijo; es sobre todo que emerja un liderazgo más servicial, desinteresado y puro a partir de una ciudadanía más consciente. Es sobre todo que "podamos" ser tierra fértil, campo de cultivo empapado, despierto y fructífero para que emerja una nueva "casta" de dirigentes con visión de futuro; para que líderes con auténtica vocación de entrega asuman las responsabilidades mayores.

Ya blandimos la tricolor. Ya ni siquiera es sólo cuestión de proclamar la añorada III República. Es que nosotros seamos "res publica", que devengamos verdadero servicio al bien común, al progreso colectivo; que nuestra preocupación y devoción sea la humanidad, la querida porción de seres en la que hemos encarnado.

No podemos caer en la fascinación de lo externo. Las grandes transformaciones siempre han de acontecer primero en nuestro kilómetro "0". No es clamar fuera por unos cambios que en realidad ya se están dando. Es vivir cada día, cada momento ese cambio verdadero y profundo, es que abdique también el falso de adentro.

No es que un rey renuncie mucho más tarde de su hora. Los cetros se dejan antes de ir a cazar elefantes. Es sobre todo que nosotros y nosotras "podamos" estar a la altura de los grandes ideales, al nivel de esta hora tan añorada. No es que otros lleguen tarde, es que nosotros lleguemos puntuales, puntuales y despiertos, felices y dispuestos.

 
   |<  <<    >>  >|
NUEVO COMENTARIO SERVICIO DE AVISOS

 
  LISTA DE COMENTARIOS