Se retira con la conciencia tranquila, pero el trabajo a medio hacer. Ahora se frotan las manos los que suman y cierran fronteras, los que ahorran salvavidas en el Mediterráneo, los que sólo piensan en sus particulares proyectos, los que aplauden a Putin… Todos los humanos tienen corazón, el de Mario Draghi debÃa añadir además sobrada cordura. Cuando el chauvinismo, la cerrazón y la intransigencia a la italiana, cuando Giorgia Meloni y sus "Hermanos" ganen las elecciones del 25 de Septiembre, muchos pegarán su oÃdo con nostalgia al viejo corazón del banquero. Nunca es tarde para desandarnos en los tramos errados. Guiñar al banquero nos reconcilia un poco con nuestro pasado incendiario. Es preciso soplar sobre las botellas que nunca debimos haber prendido. |
|
|
|