El aeropuerto no es nuestra única unidad de destino. Vamos juntos mucho más allá. A saber hasta dónde y sin embargo permanecemos desconectados, mutuamente distantes. En medio de ese abismo humano el diminuto cristal de la pantalla brilla siempre cerca. ¿Por qué sólo traemos a nuestro momento presente el mundo, la órbita de relaciones que está lejos?
Leer las figuras de quienes compartimos trayecto no para ser más eruditos, sino para ser más humanidad. Cada rostro es enciclopedia, cada persona con la que comparto vagón me expresa mucho más de lo que me puede mostrar el último y banal mensaje del whasap. ¿Cuándo me volveré a reunir con cada uno de esos pasajeros, cuándo de nuevo sumergirme en sus azares, en sus desafÃos y cuitas, cuándo de nuevo pedir por ellas, para que la vida les sonrÃa, para que salgan del vagón con la cabeza bien alta y mirada luminosa...?
Me permito estas licencias, puedo escribir todo esto, pues apenas frecuento la capital, apenas me sumerjo en el metro. Si todo los dÃas me montara en un vagón, a mà también me faltarÃa tiempo para sacar la “maquinitaâ€, una vez acomodado en el asiento. Hace veinte años, cuando vivÃa en Madrid, escribà otro breve artÃculo sobre el metro. Apenas habÃa móviles y estábamos más presentes. No quiero idealizar, nunca llegabas a trabar conversación con quien te acompañara, sin embargo ahora hace aún más frÃo en medio de esos túneles bajo tierra.
Nokia tenÃa sólo parte de razón con su “connecting peopleâ€. Con los de lejos la "maquinita" nos puede conectar, con quienes comparto vagón crea insalvable barrera.
* Link al mencionado artÃculo: http://www.fundacionananta.org/.../248-qen-el-metroq...
Esporles - Isla de Mallorca 29 de Septiembre de 2021 |
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