No predican. Por encima de todo accionan, trabajan, transforman. Siguen el lema ghandiano e intentan hacer en ellos el cambio que quieren ver en el mundo. Proceden en su mayorÃa de profesiones liberales, pero no son pensadores, son activistas. Es la gente de “Tierra, Alma y Sociedadâ€, movimiento auspiciado por la asociación “Poc a poc†( “Poco a poco†www.pocapoc.net ). Las visitas a la isla de Satish Kumar ( www.resurgence.org - www.schumachercollege.org - www.greenbooks.co.uk ) y Vandana Shiva ( www.bijavidyapeeth.org - www.vshiva.net ), asà como de otros activistas del nuevo mundo, han sido determinantes para el despliegue de toda su labor. El impulso de la revista alternativa “Namasté†( www.revistanamaste.com ), Alberto Fraile a la cabeza, tiene también mucho que ver en este florecer. El mayor aporte de “Tierra, Alma y Sociedad†es precisamente el derribo de los compartimentos estancos, la visión holÃstica e inclusiva que no se queda flotando en un plano teórico, sino que se desarrolla en un ámbito eminentemente práctico. No es una tertulia de conspiradores, ni un cÃrculo de iluminados. Actúan y lo hacen en diferentes campos, conscientes de que el gran cambio por venir ha de abarcar todas las áreas de la vida y la actividad humanas. Inspirados en buena medida por el pensamiento de Satish Kumar, se han comprometido con la Tierra, su defensa, nutrición y sanación; se han comprometido con el Alma y su anhelo de desarrollo a través de una vida accesis y constante elevación, a través de buenos sentimientos y prácticas; se han comprometido con la Sociedad, conscientes del espacio común de dar y recibir que representa, de esa necesidad de devolver a ella todo lo que nos ha dado. Por eso están en el ámbito de la defensa del litoral, de la educación (promoción de la pequeña escuela), de la comunicación, de las artes y el diseño, del crecimiento personal, de la solidaridad, del comercio justo... Muy especialmente comprometidos se hallan con el cuidado de la huerta, con el desarrollo de la agricultura ecológica, con la promoción de la artesanÃa local, del “slow foodâ€â€¦ conscientes de que, en buena medida, la revolución pendiente comienza con las manos y todo el desarrollo de su potencial creativo y no contaminante. Escribo sobre este movimiento porque creo que ha de cundir su referencia abierta e integradora. La diversidad armonizada en unidad que sus miembros encarnan, el planteamiento eminentemente operativo, su visión compasiva, gandhiana, no violenta-del activismo, su vocación de abrazar todas las causas nobles,… es un ejemplo sin duda trasplantable. Hemos de unirnos todos los que abrazamos el sueño de otro mundo justo, fraterno, elevado y sostenible. Hemos de ser primero nosotros, los artesanos de la nueva Tierra, testimonio de armonÃa y comunión, si un dÃa, más pronto que tarde, queremos ver esa armonÃa y comunión encarnadas a nivel planetario. Los movimientos aislados y cerrados en sà mismos, no tienen futuro, pues la respuesta a esta profunda crisis civilizacional, a este desplome acelerado del viejo paradigma individualista, desarrollista y sin alma, la alternativa a este modelo del máximo beneficio personal a consta de la colectividad y de la Madre Tierra… o es global o no será. Las redes y movimientos de Tierra, de Alma y de Sociedad han de unirse por doquier, confederarse, pues el rediseño del nuevo modelo social no puede ser sectorial. Las alternativas se complementan en un esbozo global llamado a irse poco a poco concretando e implementando. Los sueños van en pack. No podemos separarlos: ciudades pequeñas a escala humana, salud natural, energÃas alternativas, economÃa solidaria y sostenible, transporte sin huella ambiental, comercio justo, agricultura ecológica, manufacturas duraderas, imaginativas y no contaminantes, educación en valores, en creatividad y libertad… Las grietas del viejo sistema crecen y debemos ir concretando y desplegando aquà y allá el otro mundo posible. No vaya a ser que este modelo caduco termine por desplomarse y nos coja sin tener cuanto menos esbozada la nueva casa de todos, la nueva tierra que tanto anhelamos. Pongamos ya término al divorcio entre la cultura de quienes trabajan por la nueva Tierra y la de quienes lo hacen por el nuevo Cielo. Pongamos un fin a esa separación ya insostenible entre quienes se afanan en servir al prójimo y se comprometen con el mundo y entre quienes se afanan en llegarse a Dios, o cualquiera sea el nombre con que aludamos, siempre agradecidos, a esa Fuente de toda Vida, de todo Amor. Cunda el ejemplo de Mallorca. Desarrollemos allà donde podamos espacios en los que los artesanos del nuevo Cielo y la nueva Tierra, compartamos el “know how†de cómo se levanta el nuevo paradigma, o lo que es lo mismo, cómo construimos apoyándonos los unos a los otros la casa de balas de paja, cómo generamos energÃa con el sol o el viento, cómo hacemos para que el campo nos dé frutas y verduras sanas y abundantes para todos, cómo establecemos redes intercambio justo a pequeña y mayor escala, cómo implementamos redes de servicios… cómo haces tú cuando cae la tarde, te recoges y agradeces al Cielo la dicha de tanto gozo. Cómo es tu altar, cómo tu Dios, tus libros sagrados… pero también cómo hacemos para que el pan no falte en la mesa de nadie, cómo para que el coche no invada nuestra convivencia y arruine nuestro aire, para que la industria no mate nuestra creatividad y ensucie nuestras ciudades y cielos… Son innumerables los retos que hemos de atender juntos, ya no por más tiempo disgregados. ¡Gracias “Poc a poc†por vuestro ejemplo pionero! Esta es la hora concertada para unirnos, para el rehacer conjuntamente el mundo a partir de un diseño colectivo basado en las propuestas y experiencias nobles y positivas que van surgiendo en los más diversos ámbitos. Corramos a esa cita inaplazable. Mañana puede ser demasiado tarde. |
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