La unidad, la libertad, el servicio y la igualdad de metas constituyen los valores que inspiran nuestro trabajo grupal y las redes que hemos creado para desarrollarlo. Alice Bayley ya definió las redes antes de su implementación en la Tierra como una multiplicidad de organismos vivos, libremente unidos, por la colaboración, la constante comunicación y la posesión de idénticas metas y propósitos. Desde Arriba ya se nos habÃa animado a salir al paso de los servidores allà donde se encontraran. La JerarquÃa se pronunció claramente a través del Tibetano, invitándonos a fortalecer los lazos entre nosotros: “Búsquenlos en todas las naciones y en todas las expresiones de las distintas lÃneas de pensamiento y puntos de vista. Recuerden siempre que en doctrina dogma, en técnicas y métodos, podrán diferir ampliamente de ustedes, pero en el amor a sus semejantes, en la buena voluntad práctica y en la devoción para el establecimiento de las rectas relaciones humanas, están con ustedes, son sus iguales y probablemente puedan enseñarles muchoâ€. La definición de lo que hoy comúnmente se entiende como trabajadores de la luz o servidores del mundo ya vino dada, aún con otro nombre, por este Maestro a través de A. A. B: “El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo no es una organización. No hay sede, presidente, funcionario, ni registro de sus miembros. Tiene únicamente servidores de la humanidad en todos los paÃses cuya tarea es descubrir y ayudar a los hombres de buena voluntadâ€. El NGSM que definió Bailey está formado “por esos servidores sensibles y consagrados de la raza, cuyo objetivo es la paz mundial y su meta establecer la buena voluntad sobre la tierra, como base para la vida futura y la expansión mundial. Este grupo estaba originalmente compuesto por un puñado de discÃpulos aceptados y de aspirantes consagrados. En los últimos diez meses, sus filas han sido abiertas a todas las personas de buena voluntad que trabajan activamente para la verdadera comprensión, están dispuestos a sacrificarse para ayudar a la humanidad, no anteponen barreras de ninguna especie y consideran iguales a los hombres de todas las razas, nacionalidades y religionesâ€. En orden a un mayor acercamiento entre las familias espirituales, que trabajan y conducen a la humanidad hacia una nueva y más elevada civilización, es preciso subrayar que no hay diferencia conceptual entre lo que Alice Bailey definió como NGSM y lo que ahora entendemos por trabajadores de la luz. Hay meramente un cambio nominal. Estamos hablando del mismo conjunto de seres altruistas que han hecho el itinerario que va desde la conciencia individual a la conciencia grupal, hombres y mujeres que tratan de adecuar y armonizar sus pensamientos y acciones con el Plan. Captan el futuro excelso de la humanidad y por él se esfuerzan. Han trascendido el exclusivo cÃrculo vicioso del yo, me, mi, conmigo, o a lo sumo con los mÃos y ahora sostienen la Red, sostienen el sueño colectivo. Han encontrado su función concreta dentro de un empeño planetario cuyas verdaderas dimensiones nos desbordan. Sólo la comprensión generalizada de esta idea fundamental de equivalencia entre NGSM y trabajadores de la luz representarÃa un importante paso en el avance del Plan. PermitirÃa el acercamiento e integración entre servidores que desarrollan su labor en el ámbito de la Escuela Arcana u otras escuelas esotéricas tradicionales y los que se sitúan dentro de corrientes más innovadoras de los movimientos de nueva conciencia y nueva era. Es preciso una mayor cooperación entre ambas corrientes. No se puede pedir a la humanidad unos pasos hacia la unidad, que los propios servidores del mundo, no son capaces de dar, pues se han bloqueado en sus propias definiciones y conceptos cristalizados. No podemos pedir al mundo lo que nosotros mismos no somos capaces de encarnar. Las escuela esotéricas tradicionales necesitan de los modernos movimientos de nueva era para nutrirse y ganar en nueva perspectiva y frescura. Los modernos movimientos de nueva era necesitan de las Escuelas tradicionales para echar raÃces, para ganar en visión del Plan, en orden conceptual, para imantarse, en definitiva, del compendio de sabidurÃa eterna, pautas y leyes universales anteriormente trasmitido a la humanidad. No haremos, por lo tanto, diferenciación en la presente obra entre NGSM y trabajadores de la luz con la clara intencionalidad de acercar postulados. En ambos casos nos estamos refiriendo de forma genérica a aquellos seres implicados en el trabajo grupal de evolución de nuestro mundo, individuos con motivación altruista que trabajan conscientemente en unión con la JerarquÃa, salvaguardadores del Bien cósmico, precursores de una nueva ética social en la vida de los pueblos de la Tierra… Por lo demás la denominación de trabajadores de la luz, si bien es la más universal, suscita en determinados ambientes un cierto recelo por su connotación un tanto elitista. Queremos aclarar que para nosotros el concepto de luz es un concepto muy amplio, difÃcilmente definible, pero que podrÃamos, de forma muy sintética aplicar a las elevadas energÃas que hoy se encuentran a disposición de los humanos. Por la connotación un tanto maniquea que pueda revestir el concepto, somos también partidarios del uso de la palabra servidores del mundo, concepto éste que subraya nuestra irrenunciable vocación de compromiso y entrega. Primeros vislumbres El camino ya estaba marcado. En realidad sólo tenÃamos que seguir los hitos. Hace ya más de medio siglo que Alice A. Bailey habÃa señalado las formas de servir a los propósitos de la Vida planetaria, habÃa insistido en la necesidad de abrir la vÃa al trabajo y al desarrollo de la conciencia grupal. Cuando a comienzos de la década de los noventa, atendÃamos a los primeros desafÃos de unidad espiritual y trabajo en redes, ni siquiera tenÃamos una verdadera perspectiva del Plan divino, de nuestra papel dentro de él. No tenÃamos una noción de lo que en realidad estaba ocurriendo y de qué forma nuestra mente estaba siendo “sembradaâ€. Apenas reparábamos en esos hitos exteriores marcados por los Maestros y GuÃas de la humanidad. SeguÃamos señales de dentro, seguÃamos a ese impulso irrefrenable que nacÃa del interior y que nos empujaba a reunir e interconectar a los trabajadores y grupos de la luz donde quiera que se hallaran. En el transcurso de los años, nos fuimos percatando de que la propia labor en la que nos hallábamos erolados ya estaba programada, que nuestra tarea, como la de tantos otros que trabajaban por la unidad y la cooperación de los servidores, respondÃa a un macroguión, a un Plan Divino ya previamente establecido. Cuando las señales de dentro y de fuera se concitan el servidor sabe a ciencia cierta que se haya en el Sendero. Ya sólo prima no despistarse, velar para que sea el Yo Superior y no la personalidad quien tome la iniciativa. Las confusiones y disensiones sobrevienen cuando el Ser Superior pierde las riendas, cuando el ego inferior interviene. DifÃcilmente uno puede olvidar los primeros encuentros, que en ese clima de abierta confraternización entre diferentes grupos y movimientos, celebramos en España a comienzos de los noventa. Las primeras reuniones informales se celebraron en el marco de lo que denominamos Consejos de Visiones, en la Granja de Segovia en el año 1993 y que organizó Planeta Gaia, bajo el liderazgo de Emilio Fiel, Miyo. (vide segunda parte del libro). Nos embargaba una sensación de reencuentro, incapaces de descubrir en realidad cómo y cuándo se habÃa urdido la cita, en qué dimensiones habÃamos acordado reunirnos de nuevo en la Tierra en misión de servicio. Era un reconocernos en el abrazo, un silente ¡presente! de mirada a mirada, un callado, pero firme ¡aquà estamos! que no sabÃamos aún a ciencia cierta a qué nos comprometÃa. Apenas vislumbrábamos la naturaleza y dimensiones de la tarea que empezábamos a afrontar Ni siquiera nos habÃamos tomado la molestia de adentrarnos en los manuales espirituales al uso, de estudiar las pautas emanadas por la JerarquÃa para nuestros tiempos. Actuábamos por pura corazonada, sin saber que estábamos siendo alumbrados. Nuestro accionar de unidad surgió de puro instinto. Pero para entonces los Maestros y GuÃas ya habÃan desvelado las lÃneas por las que debÃa de discurrir el trabajo. Con profética y precisa visión Alice A. Bailey, inspirada por el Maestro Tibetano, ya habÃa alentado el surgimiento de los nuevos servidores: “Los hombres y mujeres de todas partes que están trabajando por el acercamiento entre las personas, para evocar el sentimiento de fraternidad, fomentar el sentido de interrelación e interdependencia mutua, que no reconocen barreras raciales, nacionales o religiosas, son cada uno de ellos un miembro del NGSM, aunque no lo haya oÃdo nombrar antes.†Según la fundadora de la Escuela Arcana, el NGSM está constituido por aquellas personas que están construyendo el nuevo orden mundial. Sirven por lo tanto a la humanidad y “son reclutados en todas las naciones por el poder de su respuesta a la oportunidad espiritualâ€. Sobre su carácter plural y abierto apunta la esoterista inglesa: “Surgen de todas las clases, grupos, iglesias y partidos y son por lo tanto verdaderamente representativos. Hablan todas las lenguas, abrazan todas las religiones, todas las ciencias y todas las filosofÃas. Sus caracterÃsticas son la sÃntesis, la inclusividad, la intelectualidad y el agudo desarrollo mental. No dicen, ni escriben ninguna palabra que pueda nutrir el fuego del odio, que tienda a separar al hombre del hombre, a una nación de otra naciónâ€. El principal objetivo del NGSM es la difusión de la idea grupal y su fuerza reside en tres factores: - Ocupan una posición intermedia entre todos los grupos del mundo y la JerarquÃa Espiritual interna. - Escogen sus miembros de todos los grupos mundiales y son, por lo tanto, verdaderamente representativos. - Están estrechamente interrelacionados e Ãntimamente unidos en sus objetivos. Para “colmo visionario†A. A. B. habló de que el NGSM serÃa dotado de nuevos instrumentos para poder desarrollar su labor de difusión de una nueva conciencia de “buena voluntadâ€. Evidentemente aún no podÃa hablar de “Internetâ€, pero si mencionó a una especie de “calculadoras†de enorme potencia, un instrumento de comunicación aún más perfeccionado que la radio y la televisión que ella ya llegó a conocer. Los trabajadores de la luz no son por la tanto invento “new age†de los ochenta o los noventa, siempre han existido almas nobles cuya mayor divisa ha sido el servicio a la humanidad. A principios de siglo esas almas encarnaron en un número que nunca lo habÃan hecho y cobraron nombre y forma grupal. Este magno movimiento silente no ha parado de crecer y ha sido dotado de los instrumentos que estaban anunciados y que nos son otorgados en legÃtima herencia. Esos hombres y mujeres son también denominados como guerreros del aro-iris, servidores de la luz, artesanos de la paz…, en realidad el nombre es lo de menos. El caso es que aquà estamos, ante la magna tarea de instaurar un nuevo orden basado por fin en el cooperar y en el compartir. Aquà estamos e indudablemente no nos encontramos solos. Nuestra tarea es en realidad la continuación de un empeño que se remonta a las antiguas civilizaciones y que han sostenido las verdaderas y, hasta hace bien poco, ocultas fraternidades de todos los tiempos y lugares. Está escrito en nuestro programa de vida, en nuestro código genético: debemos de seguir trabajando codo con codo, corazón con corazón, hasta ver hecha realidad una nueva civilización asentada en los valores de filiación universal y fraternidad humana. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo somos por lo tanto los trabajadores de la luz de nuestros dÃas. La nueva forma de vincularnos y relacionarnos, las redes, también fue definida por esta visionaria, absolutamente adelantada a los tiempos. Para la señora Bailey las redes, que ella sólo alcanzó a ver de una forma muy embrionaria, son: “Una multiplicidad de organismos vivos, libremente unidos, por la colaboración, la constante comunicación y la posesión de idénticas metas y propósitosâ€. La unidad, la libertad, el servicio y la igualdad de metas constituyen por lo tanto los valores que deben de inspirar nuestro trabajo grupal y las redes que hemos creado para desarrollarlo. El Cielo busca en la Tierra seres que se hayan preparado para convertirse en conductores del Plan Divino. Los servidores del mundo, desde el punto de vista del esoterismo, no son siempre seres “iluminadosâ€, que se aperciben de la presencia guiadora de la JerarquÃa, de la oportunidad brindada por el esfuerzo unido de los Maestros y GuÃas de la humanidad. A menudo ocurre que esos seres generosos y entregados no tienen una noción del Plan, a veces ni siquiera una visión trascendente de la existencia, pero su existencia está movida por un amor puro y observan, aunque de forma inconsciente, las leyes divinas. Tanto en las esferas del pensamiento, como de la actividad humana, los servidores están desarrollando un imprescindible papel. A modo de resumen definitorio acercamos las palabras de A. A. Bailey: “Centenares de personas, en Oriente y Occidente, avanzan hacia la unidad en el único ideal. En común esfuerzo y aspiración se reunirán ante el único portal. Entonces se reconocerán como hermanos, separados sólo por el idioma y la aparente diversidad de creencias, pero teniendo fundamentalmente la misma y única verdad y sirviendo al mismo Diosâ€. La visión poco a poco se amplia. Vislumbrada ya una conciencia planetaria, los servidores del mundo deberán de empezar a sugerir una conciencia cósmica. Es llegado el tiempo de revelar que no estamos solos en el cosmos infinito, de que infinidad de seres aguardan demos el salto evolutivo correspondiente a nuestro final de ciclo. Dar a conocer la existencia de otras realidades, de otros planetas habitados, de otros seres que los ocupan, comienza a formar parte también de nuestro cometido. Ampliar la mente colectiva e iniciarla en una dimensión más cósmica de la realidad, insuflar el ideal de fraternidad universal más allá de nuestra propia Tierra, deberá de ser uno de nuestros importantes objetivos. ¡Ojalá no tarden en darse las señales concluyentes que permitan abrirse a la humanidad a esa realidad cuasi-infinita y asà la humanidad pueda poco a poco encontrar su ubicación en el lugar que le corresponde por herencia en el seno de un universo viviente! Los Festivales espirituales mundiales Las redes espirituales encuentran uno de sus principales cometidos en la difusión y fortalecimiento de los Festivales espirituales mundiales, coincidentes con las doce lunas llenas del ciclo anual. Estas festividades son las que paulatinamente van configurando la futura Religión universal de sÃntesis que unirá a los seres humanos más allá de sus credos particulares. La fusión de las diversas creencias y la consiguiente promoción de una religión mundial es uno de los grandes objetivos de la humanidad actual. Cuando hablamos de unión de credos y religiones nos estamos evidentemente refiriendo a una unión en el fondo, que no necesariamente en las formas. En el mundo futuro, todos los hombres de inclinación espiritual y de buena voluntad, celebrarán las mismas fiestas religiosas y aunarán sus recursos espirituales dando lugar a una invocación espiritual unánime y simultánea. Los Festivales espirituales que estamos promoviendo a través de las redes constituyen el embrión de la futura Religión Universal de SÃntesis. Walter Maverino de UMCIT la define de esta forma: “La Religión, a través de la cual los individuos puedan encontrar su camino de regreso a la Única Fuente y deshacerse del dominio y la presión ideológica, teológica y económica, que ejercen los intermediarios de turno. Una Nueva Religión que refleje la sÃntesis entre Oriente y Occidente y remita al individuo a contactarse con todas las consecuencias implÃcitas con el UNO, es decir con el Dios inmanente que reside en su interior, como en cualquier otra forma de vida y lo ubique correctamente frente al Dios trascendente, que no es otro que la sÃntesis de todo lo conocido y lo no conocido, lo que se expresa tanto en una gota de rocÃo como en una galaxia, pero que resulta irreconocible como autoridad iracunda, posible de ser una propiedad administrada por determinados grupos de individuos, cualquiera sea su origenâ€. El eje de los Festivales mundiales son las lunas llenas. Los ritmos lunares nos permiten ir paulatinamente penetrando en una sintonÃa más cósmica. Nos permiten salir de la lógica mecanicista del calendario gregoriano a la que hemos estado tan habituados. Las lunas llenas están siendo celebrados cada vez de forma más extendida a lo largo de todo el mundo, generando una gran unidad espiritual de la que innumerables hombres y mujeres de buena voluntad son conscientes. La difusión de los Festivales espirituales ha experimentado un gran desarrollo mediante la llegada de Internet. Hasta entonces eran sólo el Movimiento de Buena Voluntad Mundial, la Escuela Arcana y algunos movimientos esotéricos y espirituales los que se dedicaban a la promoción de tan importantes citas mediante anuncios y distribución de literatura al respecto. La red de redes ha posibilitado una intensificación de la actividad espiritual sincronizada. Mediante Internet se está promoviendo masivamente la participación en los Festivales espirituales, verdaderos actos de servicio realizados por el bien de toda la humanidad. Nos hallamos pues ante un trabajo y contacto grupal de enorme magnitud que permite una afluencia enorme de energÃas. La ola de esta energÃa liberada durante los Festivales, requiere de un canal invocativo de corazones y mentes humanos que reciba, registre y distribuya estas energÃas por todo el mundo. Acrecentar el clamor invocativo de la humanidad en estas fechas es de suma importancia. A este respecto no remitimos a la información que facilita la Escuela Arcana y Buena Voluntad Mundial: “En la nueva era, la religión llegará a entenderse tal como la ha definido la Antigua SabidurÃa: el nombre dado a la llamada invocadora de la humanidad y a la respuesta evocadora de la Vida mayor a ese clamor. Es el reconocimiento por la parte, el individuo humano, de su relación con el todo y la llamada a un creciente entendimiento de esa relación. Tradicionalmente, el impulso religioso se ha expresado a través de la oración, que a menudo ha estado motivada por el deseo y a través de la meditación, que frecuentemente ha estado egoÃstamente orientada a la liberación y el conocimiento personales. Pero la base de la nueva religión mundial en la era que viene será la de la invocación, la expresión del apremio al trabajo grupal, por el bien grupal y por el contacto grupal con lo divino. Invocación y evocación o llamada y respuesta, describen la totalidad del proceso evolutivo de la vida sobre la Tierra, la causa de todo progreso y empuje hacia una conciencia en expansión y hacia una luz mayor, bien refiriéndose a una planta pujando por salir fuera de la oscuridad de la tierra a la luz del sol, al nacimiento de un niño, o al progreso espiritual de un ser humano avanzando hacia una expansión de su comprensión y capacidad de servicio. Todo crecimiento está regido por la Ciencia de la Invocación y Evocación, y la religión es la suma total de la aprehensión de este gran proceso evolutivo por la humanidadâ€. He aquà de forma resumida la intención Jerárquica y la finalidad de estos festivales mundiales: a) estimular la invocación concentrada de la humanidad, dirigida hacia lo más alto, es decir, hacia la misma Fuente de la Creación, b) evocar mediante la aparición directa de los dos últimos Avatares y la participación de la JerarquÃa Planetaria, la afluencia de las más poderosas energÃas de restauración, iluminación y reconstrucción, c) impulsar la acción transformadora de los precursores de la Nueva Humanidad y su consecuencia natural, la iluminación progresiva de la población mundial y su colaboración activa, para que se cumpla el Plan de Amor y de Luz. De entre todas las lunas llenas destacan por su importancia las de Aries, Tauro y Géminis, que corresponden al Festival de Pascua, Wesak y Buena Voluntad. - Festival de Pascua. Festividad del Cristo Resucitado y Viviente, el Instructor de toda la Humanidad y el GuÃa de la JerarquÃa Espiritual. Es la expresión del Amor de Dios. En este dÃa se reconocerá la existencia y la naturaleza de la JerarquÃa Espiritual que El guÃa y dirige. Este Festival esta determinado por la fecha de la primera luna llena de Primavera. Es el gran festival cristiano de Occidente. - Festividad de Wesak. Es el Festival de Buda, el Intermediario entre el más alto centro espiritual: Shambala y la JerarquÃa. Buda es la expresión de la SabidurÃa de Dios, la Encarnación de la Luz y el Indicador del Propósito Divino. Este Festival se fijara, anualmente, con relación a la Luna llena de Mayo, como sucede actualmente. Es el Gran Festival de Oriente. - Festividad de Buena Voluntad: DÃa Mundial de la Invocación". Este será el Festival del espÃritu de la humanidad camino hacia Dios, buscando conformidad con su Voluntad, y dedicado a la expresión de rectas relaciones humanas. Será fijado anualmente en relación con la Luna Llena de Junio. Será el dÃa en el que se reconocerá la naturaleza espiritual y divina de la humanidad. Durante dos mil años, Cristo ha representado a la humanidad en este Festival y ha permanecido ante la JerarquÃa y a la vista de Shambala como el Hombre-Dios, el Conductor de su pueblo y "el primogénito entre muchos hermanos" (Rom., 8, 29) Cada año, en esta fecha, Cristo predica el ultimo sermón de Buda ante la JerarquÃa reunida. Será por lo tanto, un Festival de Invocación y petición, de una decidida aspiración hacia la fraternidad, hacia la unidad humana y espiritual y representa el efecto producido en la conciencia humana por el trabajo de Buda y Cristo Sistema nervioso global Son diferentes los autores que establecen una relación entre el ser humano y sus sistema nervioso y la tierra y la Red de Internet. Uno de los escritores que más ha ahondado en el tema es Ken Kalb en su libro “La nueva luz del milenioâ€: “A la Tierra le ha crecido un cerebro, ha expandido su mente y está descubriendo su destino, en una red planetaria de luz. Esta combinación enciende la lámpara de la esperanzaâ€. Esta membrana global a un mismo tiempo fÃsica, espiritual y tecnológica, habrÃa aumentado el número de sus “neuronasâ€. La visión de Kalb no podrÃa ser más optimista: “La humanidad se dirige hacia un ‘punto omega’, una fascinante convergencia en donde la fusión espiritual y tecnológica de la Tierra y los humanos está dando nacimiento a una conciencia vibrante, que nos conduce a un nuevo estado de paz, de pasión y de unión planetariaâ€. El escritor y lÃder espiritual norteamericano arrancaba de la presupuestos Theihard de Chardin, después completados por James Lovelock en su hipótesis Gaia. El investigador francés ya esbozó una nueva etapa de la evolución en la que una compleja membrana de información alimentada por la conciencia humana envolvÃa a nuestro planeta formando una “noosfera†(del griego “nooâ€, mente). Ahora bien el heterodoxo y visionario jesuita dejó bien claro el reto de esa nueva red global: “No se trata de unir nuestras inteligencias o cuerpos, lo que tenemos que unir son nuestros corazones. La humanidad está construyendo su cerebro compuesto ante nuestros ojos…, su Corazón, sin el cual no puede alcanzarse la integridad definitiva de su poder de unificaciónâ€. Los “Sembradores†expresan también esta teorÃa en muy semejantes términos: “La aparición de redes o grupos virtuales haciendo uso de esta energÃa informática, ha construido una analogÃa similar a la del cerebro humano, formada por invisibles circuitos de pensamientos cruzándose en mirÃadas de puntos al igual que lo hacen las células del cerebro. Si bien, el cerebro humano evoluciona formando asociaciones entre distintos recuerdos, de la misma manera este inconsciente colectivo esta tomando manifestación a través del plano virtual que el hombre ha construido en el Internetâ€. Receptores-emisores “El Amor es la Gran ley, es la única Ley y fuera de ella no hay progreso, ni evolución, ni vida, ni universo, ni mundos†(Bohindra) La JerarquÃa busca canales a través de los cuales se expandan los superiores flujos energéticos que están llegando a la Tierra. El ser humano consciente de su poderÃo en los planos internos, virtuales y fÃsicos ya no es un simple receptor de la energÃa divina, sino también un emisor. Está en facultad de hacer circular energÃas de luz y de amor por toda la Red planetaria. Conectado a la Red en sus diferentes niveles, está en disposición de realizar un elevado servicio a la humanidad. Tanto los individuos como los grupos son puestos a prueba para realizar esta importante tarea de servicio. El ser humano recién toma conciencia de un enorme poderÃo interno. El papel pasivo de mero receptor va quedando relegado. Las religiones limitaban el poder del acólito a un reclamo que además se debÃa de realizar a menudo a través de un intermediario, bien sacerdote, bien maestro o gurú. Todo ello va variando en nuestros dÃas. El hombre se reviste ya de sus innatas facultades y establece de forma directa relación con la Divinidad. El ser humano se “autoempoderaâ€, invoca su legado divino y se vincula, sin necesidad de delegación o intercesión, directamente con el Cielo. Es nuestra herencia actuar como receptores y emisores cada vez más potentes de las elevadas energÃas que provienen del centro del universo. Lo que ocurre a nivel interno, por supuesto acontece también a nivel virtual y fÃsico. Muchos servidores del mundo han encontrado una herramienta fenomenal al servicio del Plan en la computadora. Desde el equipo de portaldorado.com hemos fomentado la adhesión a la red virtual. Estar en posesión de una máquina y de un correo electrónico aumenta sensiblemente nuestro poder comunicativo. A menudo hemos animado al aprendizaje del empleo, siquiera elemental, de estas herramientas, como un medio de participar más activamente de la tarea grupal. El mundo virtual activa nuestros vÃnculos y nos hace si cabe más protagonistas del gran cambio por venir. El botón del “reply†o el “forward†nos empodera para poder nutrir a los demás de forma inmediata de los contenidos que personalmente nos han sido de utilidad. Más allá de la función de mero punto de difusión de valiosa energÃa-información, la red faculta a cualquiera para ser también un foco de iniciativa. Cualquiera puede llamar a la acción conjunta con la convocatoria de una meditación, de una convergencia espiritual, o incluso de un evento fÃsico, una campaña de ayuda humanitaria… He sido testigo de muchas personas a las que el acceso Internet, la integración en las redes espirituales les ha cambiado la vida. Gracias a la red de redes se han sentido conscientes, útiles y protagonistas de un cambio. La red ha posibilitado que abandonaran su simple roll de personas receptoras y las ha convertido en emisoras y activadoras. Ya no somos, por lo tanto, meros receptores pasivos, sino que nos convertimos en parte activa en el tejido de una nueva y luminosa membrana etérica que recubre el planeta. Poco a poco vamos adquiriendo un nuevo roll de cocreadores. Nos sentimos facultados, con el adicional instrumento de Internet a nuestro alcance, para participar, allà donde nos encontremos, en el alumbramiento del nuevo tiempo por venir. Internet ha sido sólo la última herramienta, el último regalo concedido para poder hacer realidad el nuevo y anhelado mundo fraterno. “Que el Poder de la Vida Una afluya a través de todos los grupos de verdaderos Servidores. Que el Amor del Alma Una caracterice la vida de todos los que tratan de ayudar a los Grande Seres. Que cumpla mi parte en el Trabajo Uno, mediante el olvido de mà mismo, la inofensividad y la correcta palabra†(Mantram del NGSM) |
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