Multitud de señales certifican la llegada de la gran hora del continente hermano. Latinoamérica se encuentra en un crucial punto de inflexión. Una nueva y esperanzada orientación, que se está gestando en nuestros dÃas, la empujan hacia un futuro de justicia, libertad y plenitud democrática. Su legado espiritual, diversidad cultural, riqueza natural… unidos por fin a los adelantos tecnológicos de nuestros dÃas y a una coyuntura polÃtica y social en vÃas de normalización, obligan a volcar sobre ella alma y mirada. En matemática concordancia con las antiguas profecÃas indÃgenas y los visionarios modernos, Latinoamérica está sentando las bases para irradiar en todo su esplendor. Afortunado este mundo que ya se calienta e ilumina con sus rayos imperecederos. Para muchos lectores de “Portal Dorado†quizá no resulte novedosa la cuestión del cambio de polaridad en la tierra. Astrólogos, visionarios y profecÃas de origen diverso abundan en la teorÃa de que con el final de la era de Piscis y el arranque de la de Acuario, ha tenido lugar el traslado del foco de la espiritualidad de Oriente a Occidente, de los Himalayas a los Andes. Lo que resulta quizá más sorprendente es constatar como desde hace unos meses se ha creado el escenario idóneo, las condiciones externas propicias, para que se por fin se opere este tan mentado y aguardado despertar espiritual de América Latina, este arranque de su acción irradiadora. ¿Cuántas profecÃas, cuántos cientÃficos y visionarios nos hablan de la traslación del polo espiritual de la Tierra, del despertar de todo un continente dormido estrechamente vinculado a la antigua Atlántida, del resurgir de las culturas indÃgenas hasta el presente marginadas y acalladas…? Sabida es la teorÃa de que los mayores macizos montañosos del planeta, los Andes y los Himalayas, actuarÃan como grandes “antenas†y estarÃan recibiendo una energÃa elevada proveniente del cosmos. Según apunta el escritor mexicano Antonio Velasco Piña, de la trasformación consciente y asimilación de estas energÃas depende en muy buena medida nuestra evolución. En la recientemente superada era de Piscis, la cordillera de los Himalayas habrÃa sido el punto del planeta donde se concentraban las más finas energÃas provenientes del Universo. En la actual Era de Acuario ese papel de máximo receptor corresponderÃa a la cordillera de los Andes, contemplada ésta en su más amplio sentido, que comprenderÃa todas las montañas de A. L. Los “chakras†(centros de energÃa sutil) americanos estarÃan pues despertando en nuestros dÃas y ello comportarÃa una elevación de la conciencia. Este alumbramiento “interno†se reflejarÃa a nivel “externo†en el aumento de una masa crÃtica de ciudadanos responsables y comprometidos, generadores de cambios. Esta gran masa de gentes de progreso y buena voluntad es la que estarÃa en nuestros dÃas combatiendo con tesón la arbitrariedad y la corrupción endémicas y conquistando en todos los paÃses de A. L. crecientes espacios de libertad y justicia. Esta ciudadanÃa valiente, consciente y creciente habrÃan posibilitado la muy reciente instauración de prometedores gobiernos. Las trasformaciones de orden polÃtico, social, económico, serÃan el exponente inequÃvoco del trascendental momento por el que atraviesa el continente. Para visionar este cuadro positivo basta echar una sucinta ojeada al panorama geopolÃtico y atender al enunciado de antiguas visiones y profecÃas que colocaban en nuestros dÃas, el florecimiento de América del Sur, su relevo como foco irradiador en medio del mundo. Las realidad polÃtica y social en gestación, se ajusta al panorama anunciado hace siglos por la tradición esotérica y las profecÃas indÃgenas. Claves de interpretación actual y mensajes del ayer coinciden en una misma y esperanzada lectura: ha llegado el momento de que A. L. comparta y contagie todo su potencial liberador acumulado a lo largo de milenios, con el conjunto de los pueblos y las naciones de la tierra. El antiguo continente estarÃa ahora en condiciones de irradiar el legado aún vivo de las excelsas civilizaciones que alumbró en su seno, merced a la modernización de sus estructuras y a las posibilidades que procuran los nuevos sistemas de comunicación. “Reserva de amor†Desde hace unos años A. L. se ha convertido en el centro de las rutas del peregrinaje mÃstico contemporáneo. El hogar de los maestros de los mÃticos continentes de la Atlántida y la Lemuria ha dado vida a los grandes movimientos espirituales de nuestros dÃas. No por casualidad el chamanismo, el gnosticismo, la metafÃsica, pasando por los más diversas variantes “nueva eraâ€â€¦ han surgido, desarrollado y albergan sus “cuarteles generales†en su escenario. Cada vez más lÃderes y autoridades del espectro de la “nueva conciencia†comparten la idea de que ha llegado la gran hora de A. L., el momento en que comparta todo su luz y enseñanza atesorada a lo largo de los tiempos. No en balde el continente ejerce un gran poder atractivo que sobre los buscadores de los más diversos rincones del mundo. A. L. habrÃa guardado hasta el presente su tesoro inmemorial, puesto que no estaban dadas las condiciones de compartirlo de igual a igual. Éste tesoro no consistirÃa en un legado muerto. América nos ofrecerÃa algo más valioso que lecciones de libro, colecciones de museo, muestras etnográficas… El continente hermano estarÃa compartiendo una ingente “reserva de amor†contenida en el interior de unos ciudadanos que no han sucumbido a los hechizos de una civilización materialista, un escenario aún virgen donde levantar una nueva sociedad, un almacén de vivas herramientas de crecimiento personal y colectivo, una rica cosmovisión y concepción del tiempo y el espacio… América no aspira a vivir de rentas del pasado, ni a columpiarse en la hamaca de la nostalgia por sus civilizaciones solares. El continente trasatlántico nos ofrece su sÃntesis entre cielo y tierra, entre modernidad y tradición, entre el fuego de la ancestralidad y la luminaria de las nuevas tecnologÃas, entre unidad y viva diversidad… América nos comparte sus claves para “armar†un nuevo mundo, a partir del susurro milenario de sabios, maestros y chamanes, a partir de las nuevas enseñanzas que procedentes de otros seres y dimensiones, arriban a las mentes de sus nuevos visionarios. Se dice en los cÃrculos acuarianos que es la tierra prometida de la nueva era, la Meca del nuevo discipulado universal de nuestros dÃas…, que el continente y su foco andino están llamados a regir los destinos espirituales del mundo entero a partir de nuestros dÃas. Su cometido prioritario consistirÃa en contagiar el anhelo por una nueva edad dorada basada en el cooperar y el compartir, amén de promover la conciencia de una divinidad que habita en cada ser, y que nos alienta en nuestro itinerario de realización personal y colectivo. Algunos corrientes metafÃsicas y esotéricas van más allá y llegan a hablar de diferentes templos y ciudades “etéricas†que se situarÃan sobre “puntos estratégicos†que pueblan el continente, asà como de una “séptima raza†destinada a nacer en su geografÃa. “Nueva era dorada†Los mayas habrÃan sido los primeros en iniciarnos en una concepción cÃclica de la historia, cósmica del existencia. Los diferentes calendarios que manejaron estos “magos del tiempoâ€, nos sitúan en el momento de la culminación de diferentes ciclos y de comienzos de otros en los que definitivamente América tendrÃa un papel protagónico. Más al sur, los quechuas estarÃan en nuestros dÃas aguardando el retorno de Inkarri, el resurgir del Cristo Cósmico. La mitologÃa nos habla de este Rey Sol cuyos miembros fueron esparcidos a la llegada de los españoles. Ello simbolizaba también la desmembración de las naciones, la decadencia tras un tiempo de esplendor. Sin embargo con la llegada de una era de mayor paz y concordia en el seno de los pueblos americanas, Inkarri estarÃa ya pronto a retornar. Los indios “queros†depositarios de este ancestral saber inca han conservado una profecÃa que habla de un gran cambio, o “pachacutiâ€, en el que el mundo darÃa la vuelta y en el que la armonÃa y el orden se restablecerÃan, poniendo fin al caos y el desorden. Ahora precisamente vivirÃamos ese momento del gran encuentro denominado “mastayâ€, o de reintegración de las gentes de los cuatro puntos cardinales. Ellos creen que “munayâ€, amor y compasión, será la fuerza guiadora de esta gran unión de los pueblos que caracterizarÃa una “nueva era dorada†En la profecÃa se hace especial referencia al acercamiento de los pueblos de América del Norte y del Sur, mientras que Norteamérica proporcionarÃa la fuerza, el corazón lo aportarÃa Sudamérica. El horizonte que describen los últimos custodios de la sabidurÃa andina se ajusta perfectamente a lo anunciado por los indios hopi en sus dos famosas “tablas de piedraâ€. En ellas se menciona un tiempo de purificación que culminarÃa una etapa de división y odio, tras lo cual las razas se unirÃan en paz. Ahora por fin comenzarÃamos a alinearnos con ese “Sendero de la Paz†o “Único senderoâ€, tal como siempre habrÃa sido la voluntad del Gran EspÃritu. Las profecÃas del argentino BenjamÃn Solari Parravicini, ya en los años cuarenta, hacen también referencia a la “hora de América Latina.â€, a su hegemonÃa espiritual, el “futuro de la humanidad†en sus palabras. Menta igualmente a los cráteres de los Andes y el sur Patagónico como lugares donde “habitarán†las naves extraterrestres. Grandes conocedores de la realidad espiritual del continente, como el venezolano Rubén Cedeño, ciñen el poder irradiador de A. L. a la cordillera andina y a sus siete paÃses: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, más concretamente a los alrededores del lago Titikaka. Para él y para otros maestros de la lÃnea metafÃsica, ésta serÃa la zona de mayor fuerza espiritual de todo el planeta, desde ahà se ejercerÃa una “poderosa radiación del fuego sagrado que se vierte hacia el mundo a través del Titikakaâ€. Conny Mendez habla de los Andes, cual columna vertebral que albergarÃa sus propios “chakrasâ€, o puntos energéticos. En Caracas, a la cabeza de los Andes, estarÃa el chakra “sahasraraâ€, mientras que el “muladhara†se situarÃa en Argentina y Chile. Según la fundadora de la metafÃsica moderna, la cabeza, su Venezuela querida, habrÃa decidido que se expandieran por todos los Andes las nuevas enseñanzas. Al tratarse la gran cordillera de un foco espiritual femenino, las mujeres cumplirÃan con un papel especialmente importante en esta tarea de irradiación de luz. El historiador y escritor mexicano Antonio Velasco Piña, abunda también en la teorÃa de que los Andes y su prolongación hasta México, constituirÃan la nueva columna vertebral del planeta. En esa misma columna y en sus planos más sutiles estarÃan alojados diferentes “chakrasâ€, receptores de las energÃas cósmicas procedentes del cosmos. La activación que ahora estarÃamos viviendo de los chakras andinos, en detrimento de los del Himalaya, se reflejarÃa a nivel externo en el emerger de una nueva civilización más justa y armónica. Según los términos acuñados por el autor de “Reginaâ€, A. L. estarÃa dejando su etapa materialista y de “rebaño†y penetrando en un tiempo sagrado. “Por mi raza hablará el espÃritu†La nueva situación económica que vive la mayorÃa de sus paÃses, los cambios producidos por la globalización, la democratización del sistema polÃtico y las trasformaciones sociales, se citan precisamente en el momento en que estaba concebido como el de su despertar espiritual. ¿Casualidad? “Las sociedades latinoamericanas albergan ansias de verdad, tienen amor a la libertad, son ingeniosas y despiertas en su diversidad, creativas en su autonomÃa, tienen imaginación, y capacidad de realización. Pero necesita saber que es posible la esperanza, que no todo esta definido por un autor extranjero o una camarilla de poderososâ€, dice el economista mexicano Felipe González y González. Precisamente estarÃamos en el momento en que amplios sectores de la población, con lÃderes de talla a la cabeza, tal como veremos ahora, han tomado por fin las riendas de su futuro y han dicho sà a esa esperanza. Cada vez más latinoamericanos hacen suyo el lema de la Universidad mexicana, “por su raza hablará el espÃrituâ€, toman a sus espaldas el rico legado espiritual y empiezan a verse como foco de irradiación del ansia de comprensión y entendimiento, de la fuerza del espÃritu por encima de la fuerza del poder, en medio de un mundo convulso. Ya no se trata del despertar de un u otra nación, ahora bien podrÃamos hablar de todo un continente que se despereza y atiende al alto cometido que le reservaran las más antiguas visiones y profecÃas. Una a una, las naciones del continente hermano se han ido presentando, preparándose para conformar el polo irradiador de luz y nueva conciencia, sobre el conjunto de la humanidad. La subida al poder de lÃderes de progreso terminarÃa de dibujar este cuadro alentador y reforzarÃa la tesis de que con el nuevo milenio ha llegado también la “hora de A. L.†Condiciones para irradiar En pocos lugares del mundo se puede percibir un despertar a la nueva conciencia espiritual, como el que allà acontece. La profusión de comunidades y proyectos alternativos, de ecoladeas, de grupos de meditación y de “nueva eraâ€, de crecimiento interno y de ancestralidad, de terapias personales y de solidaridad…, tan sólo serÃa el más visible exponente de una vasta revolución interior que alcanza a millones de seres y cuyo alcance no nos es posible evaluar. A. L. estarÃa subiendo la “octava†necesaria para situarse en el punto irradiador preciso, estarÃa desplegando todo su potencial para convertirse en faro de la humanidad. Un número creciente de personas se habrÃa ya facultando para entregarse a esta misión. Estas son las condiciones que el continente hermano reúne para fungir como ese foco inspirador de un nuevo mundo: - Alberga una cultura altamente espiritual. Posee las herramientas del ayer, el fuego sagrado de las tradiciones indÃgenas con una visión cósmica y de la naturaleza no influenciada, con un conocimiento de las leyes naturales, con unos instrumentos de crecimiento personal y colectivo. A.L. se estarÃa autodescubriendo, reconociendo su propio y enorme potencial dormido. - Dispone de una geografÃa, en muy buena medida, virgen, con ingentes recursos naturales para poner en práctica los más ambiciosos sueños. - Alberga en su escenario ancestrales lugares de poder, puntos altamente energéticos, también denominados “puertas dimensionales†que ahora se estarÃan abriendo y a través de las cuales fluirÃan las nuevas y emancipadoras energÃas cósmicas. - Ha subido ya al tren indispensable modernidad, se comienza a familiarizar con las nuevas tecnologÃas necesarias para desarrollador su cometido irradiador. - Grande sectores de la población estarÃan emergiendo de un estado de mera subsistencia, satisfaciendo las necesidades elementales lo cual predispondrÃa a entregarse a más elevadas tareas. La cobertura de lo más perentorio, permitirÃa atender a más altruistas cometidos, como el servicio a la sociedad o al cultivo de una espiritualidad, en muy buena medida aparcada hasta el presente o puesta en manos de la religión católica institucionalizada. Nueva casta de dirigentes Para posibilitar este despertar de la conciencia se habrÃa gestado muy recientemente el imprescindible escenario externo. Desarrollo interno y externo se necesitan mutuamente. No hay un florecer espiritual, si no se generan en el entorno unas mÃnimas condiciones de libertad justicia y prosperidad material. América habrÃa acelerado muy recientemente la preparación de estas necesarias condiciones para asumir el “roll†que la historia le tenÃa reservado. A ningún observador medianamente riguroso de esta vecina realidad, se le pasará por alto el fenómeno de que gran número de paÃses americanos presentan un nuevo clima de más sana convivencia, de moderna democracia y de voluntad de superación de un pasado de injusticia y corrupción. Estos paÃses están regidos por un nuevo liderazgo. América ha parido por fin una nueva casta de dirigentes que entienden la polÃtica como la manifestación del deseo de contribuir a la felicidad de la comunidad y no una fórmula para engañar o ultrajar a esa misma comunidad. Se trata de mandatarios con genuina vocación de servir al pueblo y no de servirse el pueblo. Cada uno de estos lÃderes marca un claro antes y después de su llegada al poder, cada uno de ellos y sus equipos de gobierno están haciendo un gran esfuerzo por imprimir un nuevo rumbo a sus naciones. Su talante polÃtico de corte netamente progresista, ya con origen en la izquierda ya en la derecha, se ve reforzado por una sólida ética basada en un compromiso interno que va más allá de lo meramente terrenal. No por casualidad, algunos de ellos están motivados por unas profundas convicciones espirituales. La instauración de estos gobiernos que bien podrÃamos denominar de la esperanza no han sido de un dÃa para otro, han culminado procesos paulatinos, impelidos por un creciente anhelo de libertad y la expansión de una cultura democrática en su respectivos paÃses. Al igual que en la transición española, estos polÃticos han necesitado a su vez de antecesores que posibilitaron su entronización como máximos dirigentes. El enorme avance experimentado por los medios de transporte y comunicación, el espÃritu de modernidad potenciado por la extensión de las nuevas tecnologÃas, el acceso de cada vez mayores sectores de la población al derecho a la educación, han generado un despertar de la conciencia, que en clave polÃtica se traduce en un facultamiento de las clases medias y populares para implicarse por fin en los “affaires†públicos. Tal como apunta Felipe González y González, “el mundo de la globalización y el libre comercio, no sólo es la eliminación de las barreras arancelarias o la firma de tratados en gran escala, la salvación de nuestro mundo reside en el corazón del hombreâ€. A.L. tendrÃa la misión de bombear ese corazón, de fomentar las consideraciones no sólo económicas, sino también humanitarias, de dotar en definitiva, de una perspectiva más elevada al desarrollo de las naciones de la tierra. Nombres propios El Chile de Lagos, El Ecuador de Lucio Gutiérrez, El México de Fox y el Brasil de Lula se ajustarÃan a esta reflexión esperanzada. Todos estos paÃses han emergido de una situación de precaria democracia, de corrupción generalizada y de injusticia endémica. En todos estos paÃses ha acontecido el fenómeno de una creciente e imparable implicación de los ciudadanos en los asuntos públicos. Exceptuando a Chile, que ya arrastraba una importante tradición de participación democrática y de lucha por las libertades, en el resto de los paÃses la polÃtica se veÃa como un mal irreparable, los polÃticos como unos corruptos seculares y su capacidad de maniobra como ciudadanos bien escasa. Todo ello está cambiando. Los nuevos lÃderes latinoamericanos son fiel exponente de quienes han ese itinerario necesario y vital desde una ideologÃa atrincherada hasta una posición de equilibrio y consenso. En el nuevo espacio polÃtico que se abre, la diversidad ya no confronta. Los nuevos mandatarios son absolutamente conscientes de la necesidad de sumar voluntades en estos momentos trascendentes. Luis Iñazio Lula da Silva, llegado a la presidencia de Brasil con 60 millones de votos, tras cuatro intentos electorales, serÃa exponente de este nuevo talante. El eje de su gobierno es el diálogo. El ex obrero metalúrgico ha sabido fomentar esperanza y no miedo. Ha ido a las cámaras de comercio y las bolsas financieras y les ha dicho a los empresarios y banqueros: “No queremos que os vayáis, os necesitamos, a vosotros y a vuestro capital. Vamos a construir paÃs entre todosâ€. Lula ha conseguido devolver la ilusión a los millones de brasileños asentados en la pobreza, ha clamado “Hambre O†y lanzado a todo su gobierno tras ese objetivo. Trabajar para que todos los ciudadanos coman y construir una Sudamérica unida, son sus prioridades. Entre otros proyectos de progreso, el nuevo primer mandatario brasileño ha parado los grandes gastos armamentÃsticos y se emplea ahora en dotar de propiedad a los millones de habitantes de las favelas.. El nuevo gabinete del veterano sindicalista da especial aliento a optimismo. Entre sus ministros merece la pena señalar al famoso cantante y compositor Gilberto Gil, responsable de Cultura. En la presentación del gabinete Gil iba vestido de blanco de pies a cabeza. El ministro del partido verde explicó que su “mae de santoâ€, sacerdotisa del rito “candombléâ€, la religión africana arraigada en su tierra de BahÃa, le habÃa recomendado ir asà para generar un clima de paz en su alrededor. El ministerio de Asistencia Social lo dirige la ex gobernadora de RÃo, mujer de color nacida en una favela, Benedita da Silva. Quizá un gráfico ejemplo del cambio que está experimentando A.L. lo represente la ex-guerrillera Dilma Roussef que ahora ocupa precisamente la cartera de Minas y EnergÃas. Otro ejemplo de estas trasformaciones lo encarna la ecologista Marina Silva, quien actualmente gobierna el ministerio de Medio Ambiente. Silva trabajó desde niña en el noroccidental estado de Acre, ayudando a su padre "seringueiro" (recolector de caucho) a sostener una familia de ocho hijos. Sobrevivió varias crisis de malaria en la selva amazónica y aprendió a leer y escribir a los 16 años. Una hepatitis la obligó a trasladarse a la ciudad de RÃo Branco, donde pudo estudiar. Heredera de la tradición de Chico Mendes, lÃder de los seringueiros y defensor de los bosques amazónicos, asesinado en diciembre de 1988, Silva lo ayudó a organizar la Central Única de Trabajadores (CUT) en Acre y a defender los bosques de caucho de las motosierras de los hacendados. La futura ministra simboliza un nuevo tipo de liderazgo, nacido del activismo ambiental en América Latina. Si saltamos a Ecuador, no podremos apearnos tampoco de nuestro asombro. Un militar indÃgena, Lucio Gutiérrez ocupa la presidencia de un paÃs en el que los cargos públicos han sido siempre ocupados por la minorÃa blanca-mestiza. El coronel retirado ha subido al poder aupado por una coalición de progreso, cuyo núcleo lo constituye el partido indÃgena “Movimiento Plurinacional Pachakutikâ€. En este mismo paÃs, Nina Pacari india quechua y jurista de muy alto nivel, ocupa la cartera de exteriores. Habiendo padecido durante años persecución fÃsica por su compromiso con los indÃgenas y desheredados, jamás se dejó corromper y nunca vendió su voluntad pese a las numerosas “propuestas†que recibió de oligarcas y hacendados. Esta indÃgena incorruptible es ahora responsable de uno de los puestos claves del gobierno. Por último, otro lÃder campesino e indÃgena, Evo Morales se situó el pasado junio en el umbral del poder, al lograr en el segundo puesto en las elecciones generales de Bolivia. Historia reciente de un alumbramiento El reloj cósmico se unirÃa pues con el reloj tridimensional. El calendario marcado por las estrellas, inducido por los ciclos naturales, se ajustarÃa milimétricamente al calendario del acontecer polÃtico y social. Detengámonos un poco en observar ese calendario tridimensional en el último medio siglo Los años sesenta, setenta y ochenta estarÃan caracterizados por el agotamiento del espÃritu de confrontación y la culminación de la era de las ideologÃas separadas. A lo largo de todos estos años, el vector de progreso, que significaba los movimientos sociales y la izquierda tradicional, habrÃan perdido sus últimos lastres para convertirse definitivamente en fuerza global, no sectaria y emancipadora. Esta fuerza de progreso habrÃa accionado todo su potencial de trasformación, pero se habrÃa tropezado aún con enorme resistencia en las estructuras del antiguo poder y en los sombras que ella misma era portadora. La acción desatada culminó en una generalizada y cruel represión. Para que las fuerzas de progreso adquirieran mayorÃa de edad tuvieron que soportar la dura prueba de una violenta persecución. Los “regÃmenes de seguridad nacionalâ€, tal como se ha definido académicamente a estas dictaduras que sembraron el terror en casi toda A.L., tuvieron su mayor o menor duración en función del avance logrado por movimientos de progreso. Antes de las dictaduras, estos movimientos estudiantiles, sociales y obreros habÃan desplegado un ingente actividad. En algunos paÃses como el Chile de Allende llegaron incluso al poder. Poco a poco los “regÃmenes de seguridad nacional†fueron haciéndose con el poder en casi todos los paÃses del hemisferio Sur. Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile, Argentina,… vivirÃan su noche oscura en la que tiranÃas militares, como más cruda expresión de las fuerzas oscuras, estancarÃan el avance de esos pueblos. Las fuerzas involutivas desplegaron todo su poderÃo, en la mayorÃa de los casos con el consentimiento e incluso el apoyo de los EEUU y frenaron en seco a las fuerzas de evolución. Especialmente dura fue la represión que de forma más tardÃa padecieron El Salvador y Guatemala. México vivió igualmente su sangrienta represión de 1968, pero la ausencia de una casta militar fuerte, unida a la cercanÃa de los EEUU y a una cierta implantación de una tradición democrática, impidió las instauración de una dictadura pura y dura. Fueron los últimos tiempos dominados por el componente ideológico. La militancia de progreso hubo de sufrir el dolor en sus propias carnes para poder abrigar a partir de los noventa una perspectiva más moderna y conciliadora de la polÃtica, más amplia de la vida, una conciencia, si cabe, más universal y menos terrenal, una visión más espiritual e inclusiva, no tan terrena y separadora. El tiempo de las ideologÃas, aún con toda la carga emancipadora de algunas de ellas, representarÃa último episodio de una larga historia de confrontación humana. La ideologÃa al igual que la religión, alberga aún un gran componente de separatividad y caracteriza la última etapa de división, previa al advenimiento de una “nueva eraâ€, cuya seña de identidad primordial es la unidad y la inclusividad. Ganarse a todos los sectores de la población tras propósitos comunes, es el objetivo que está marcando una nueva polÃtica llamada a superar una etapa fuertemente ideologizada y confrontada en la que primaban intereses de clase o partidistas. En nuestros dÃas podemos constatar que sólo desde la suma de esfuerzos y voluntades es posible recrear una nueva civilización fraterna y solar. En un plano más concreto las dificultades no faltan, los desafÃos que afrontan los nuevos dirigentes son enormes. Las reformas de estabilización puestas en marcha en los años 90 no siempre se han traducido en un aumento sensible del bienestar colectivo, en algunos casos han derivado en una caÃda de las inversiones extranjeras, crisis constitucional del Estado y la economÃa, tal como ha acontecido en Ecuador en el año 2000 y en Argentina a finales del 2001. “Cuando el cóndor y el águila se reúnan†El acercamiento entre América del Norte y del Sur es un esperanzador hecho que responde entre otras, de forma fiel, a las ya mencionadas profecÃas de los indios “querosâ€. Esta mayor aproximación quedarÃa principalmente reflejada en la fecundación racial y cultural de América del Norte por parte de los latinos, asà como la paulatina superación de la cultura anti-norteamericana. La vulnerabilidad del gran gigante, constatada el “11 Sâ€, no serÃa ajeno a ello. Cede la hegemonÃa “yanqui†y se va imponiendo poco a poco una relación entre pueblos iguales y hermanos. Ello no quita para que se siga haciendo patente ante los gobernantes de la nación más poderosa del mundo, una demanda de más justas relaciones polÃtico-comerciales. Sin embargo el vecino norteamericano ya no es el causante de todos los males. Se empieza a cerrar una herida histórica y con ello se atiende también a una antigua profecÃa, que hablaba de que cuando el cóndor del Sur y el águila del Norte se juntarán, se abrirÃa también un nuevo cielo. Pues bien, ese nuevo cielo se estarÃa ya inaugurando. El sentimiento de antiamericanismo de las décadas pasadas va caducando, aunque el actual presidente Bush no facilite especialmente este proceso. Los nuevos tratados económicos en el marco del ALCA (Asociación de Libre Comercio de América), el TLC (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), el Plan Puebla-Panamá…, si bien están siendo en muchos aspectos justamente contestados, son signo de una cada vez mayor cooperación entre los vecinos del Norte y del Sur. Estos acuerdos promovidos por el predecesor de Bush, Bill Clinton, representan unas nuevas relaciones instauradas con el poderoso vecino del norte, a partir de un principio de mayor igualdad. Los guiños de un emergente Mercosur a la gran potencia para establecer relaciones fuera del signo de la dependencia, completan ese cuadro externo de mayor acercamiento. A nivel cultural y espiritual, sin duda alguna, los vÃnculos de unión están mucho más afianzados. Concretamente en este segundo aspecto, el intenso trasiego entre el Norte y el Sur de maestros espirituales, lÃderes indÃgenas y visionarios de otras realidades, dan constancia de esa mutua y ya larga fecundación. Este fenómeno, si bien nunca se ha dejado de dar, en nuestros dÃas aflorarÃa aún con más fuerza. Sueños camino de la realidad Tal como hemos apuntado, cuanto acontece a nivel interno, tiene su reflejo a nivel externo. A nivel social América Latina habrÃa tomado también el liderazgo de una nueva conciencia mundial basada en la solidaridad y en el compartir. Detengámonos de nuevo en Brasil. La red mundial de la esperanza constituida por millares de ONG’s solidarias ha nacido en su escenario. El movimiento “otro mundo es posibleâ€, se ha generado en las cumbres que frente a la globalización neoliberal, se han organizado en Porto Alegre. Anualmente los activistas de las solidaridad del mundo entero “conspiran†en esta ciudad sureña por construir un mundo más justo y fraterno. Otro tanto ocurrirÃa con la cumbre verde de RÃo a comienzos de los noventa, que supuso el encuentro más ambicioso de los gobernantes y organizaciones ecologistas en defensa de la madre tierra. A nivel de relaciones internacionales y en consonancia con las profecÃas apuntadas, se percibe una clara tendencia entre los nuevos lÃderes de avanzar hacia una mayor integración. Antes incluso de ser proclamado presidente, Lula ha estado viajando por el cono Sur, instando a la unida económica del continente. El lÃder del, que tanta simpatÃa ha despertado en las gentes de progreso del mundo entero, ha sabido ver más allá de los intereses meramente nacionales y puesto su más ambiciosa divisa en un continente unido. Lula ha desenterrado el sueño de Mercosur y llamado a trabajar a favor de una moneda única. Sólo los prohombres de la historia alcanzan a abrigar esas elevadas visiones de futuro. Por lo común son gentes con una gran formación ética, armados de unos sólidos valores y de una gran voluntad de servicio, que les permite ver más allá de la polÃtica cotidiana y doméstica, sumida a menudo en intereses personalistas. El mandatario brasileño ha desenterrado el sueño de un continente unido, el anhelo de otro gran hombre de la historia americana, Simón BolÃvar. El padre de las naciones venezolana y colombiana contaba con un sólida formación en la sabidurÃa oculta, siempre impregnada por los principios universales de libertad y unidad, conocimiento inmanente que adquirió junto a los masones. Su accionar liberador no se podrÃa entender sin esa fuerza interna que le permitÃa liderar una misión superior. Antes de morir, Simón de BolÃvar puso como condición para descansar tranquilo en el sepulcro, que cesaran las guerras partidistas. Quizá no está lejano el dÃa en que el libertador de A. L. pueda sumirse en un profundo sueño eterno. Colombia, Argentina y Venezuela, parto con dolor Hay tres paÃses que se debaten intensamente en ese despertar, en los que están agudizados los dolores de parto, en los que se han polarizado especialmente las fuerzas de la reacción y del progreso, del futuro y del pasado, si se quiere de una forma más gráfica y simplista, del bien y del mal. Esos tres paÃses son Colombia, Argentina y Venezuela. Sus “partos†son inevitables, pero no dejan de ser costosos. Si bien el despertar está comportando a nivel externo una mayor dificultad, ello no quiere decir que no se esté operando. Poderosas fuerzas involutivas, vestidas de derechas o de izquierdas, impiden el avance del pueblo hacia mayores cotas de libertad y justicia. Pese a esas severas resistencias en el avance hacia un orden social más pacÃfico, justo y democrático, esas naciones están llamadas a triunfar sobre el caos y las grandes turbulencias presentes. Pruebas que confirman esta aseveración no faltan. En ningún paÃs del continente como en Colombia, se ha establecido un combate tan encarnizado entre las fuerzas de la oscuridad y de la luz, entre quines abogan por la continuación del conflicto y quienes propugnan la paz, entres quienes participan en las cada vez más numerosas marchas de blanco y quienes engrosan los aún fuertes grupos violentos. La distancia se acrecienta entre quienes enarbolan las banderas de la paz y quienes se aferran al disfraz del camuflaje. En este paÃs cada vez se hace más evidente el protagonismo de quienes no desean que nadie escriba su historia, de quienes quieren liberar su futuro de la constante amenaza para la convivencia pacÃfica que implica los grupos armados de los narcos, paramilitares, FARC, ENL… La esperanza de una paz basada por fin en la justicia social, aflora en medio de la aparente tiniebla, la luz se hace evidente en el florecimiento de multitud de movimientos de paz, espirituales, metafÃsicos, solidarios, alternativos… El espoleo al que ha sido sometido Argentina, la estarÃa dejando desnuda para iniciar verdaderamente un proceso desde cero. Multitud de iniciativas sociales tremendamente creativas, no sólo sustituyen al Estado en su incapacidad para asistir a los ciudadanos, sino que están fomentando todo un ensayo de la sociedad solidaria del futuro. Este proceso de “rehacer†paÃs, contribuye a que los argentinos desarrollen un enorme ingenio y a que planteen en la vida cotidiana alternativas a un sistema injusto, corrupto y caduco. Alentando el despertar argentino nos encontramos al ya mencionado artista, visionario y lÃder espiritual, Parravicini. Este maestro en sus múltiples profecÃas se refirió a su paÃs reiteradamente a comienzos y mediados del siglo pasado como “Tierra de promisión†y “Mañana de la humanidadâ€. Por otro lado, la cabeza de América, como a menudo es denominada Venezuela, se debate en un turbulento alumbramiento que llena las cabeceras de los periódicos de nuestros dÃas. Allà la resistencia vendrÃa de un poder atrincherado tras la cuestionable pantalla de defensa de los más desheredados. Pero en nuestros tiempos de gran transparencia, que posibilitan los medios de comunicación, las simples maniobras para la galerÃa son desnudadas con facilidad. Este tipo de regÃmenes populistas son sostenidos por masas poco evolucionadas, muy susceptibles a los golpes de efecto y a las gestos para la galerÃa. El populismo de corte vulgar y personalista se desploma ante una mayorÃa que va adquiriendo madurez. Sin embargo es precisamente cuando las fuerzas involutivas sienten el acoso de los ciudadanos resueltos a inaugurar auténtica democracia, cuando se quitan su careta y se manifiestan en toda su agresiva naturaleza. Estos son los tiempos que en estos momentos estarÃa viviendo la nación del Orinoco. El duelo entre las fuerzas evolutivas e involutivas, si bien se manifiesta en estos paÃses de forma más evidente, tiene ya su fin anunciado, pues ya se aprecian múltiples signos que alejan esta pesadilla de corrupción polÃtica y violencia. No serÃa justo, por lo tanto, afirmar que los tres se hallan a la zaga, sino que han encontrado mayores resistencias para su emerger. Valgan las palabras de Felipe González y González para poner punto final a estas lÃneas a propósito del despertar del continente hermano: “El futuro para que exista será el de la civilización del amor. En ella América Latina tiene un papel singular: recordar al mundo, que los hombres antes que otra cosa, somos familia, la extensa familia de la humanidad, la gran familia del hombreâ€. Dos centros para un gran continente La Estatua de la Libertad desde que fue erguida a las puertas de Nueva York, se ha prestado a diversas interpretaciones. Según afirma Jorge Alberto GarcÃa, escritor especializado en temas espirituales, representa a la mujer vestida de sol sobre una media luna, que se cita en el Apocalipsis de San Juan y el hijo que va a dar a luz, simboliza la nueva raza que va a nacer. El erudito argentino en su libro “Tu sueño es mi sueño†establece dos centros de atracción en el continente. Entre ambos darÃan luz al nuevo niño. Nos encontramos, pues, ante una nueva variante de la profecÃa del cóndor y el águila. El primero de estos centros corresponde a la actividad mental, estarÃa ubicado en América del Norte y regido por los descendientes de la raza sajona. Este centro tendrÃa la misión de avanzada en la nueva estructura mental. Debido a su naturaleza, la preponderancia de este centro es masculina. Esta serÃa la razón por la cual en Estados Unidos afloran muchos centros, corrientes o agrupaciones, ya sean de orden filosófico, religioso o cientÃfico, que generarán métodos o sistemas que priorizan el éxito del individuo a través del desarrollo del potencial interno. GarcÃa se extiende, en la mencionada obra, a propósito del otro centro que corresponderÃa a la actividad emocional y que estarÃa ubicado en América del Sur. La misión de este foco serÃa el desarrollo emocional del sentimiento. Por su naturaleza el mismo es femenino. He aquà la razón por la cual, a lo largo de su geografÃa están surgiendo innumerables espacios asistenciales, altruistas o espirituales, que desarrollan el flujo de amor que brota del corazón. La transformación principal que deberá operar este centro emocional del Sur, es la realización del amor en los corazones de los seres humanos. El escritor nos participa seguidamente de su tesis fundamental: “En América del Sur se asentará un foco de energÃa tan superior que tendrá el poder de transformar, no sólo a los seres que la habiten, sino también al resto del mundo. El amor y la verdad tienen la facultad de que nadie los puede detener u opacar cuando comiencen a ganar los corazones humanos, una vez disueltas las fuerzas negativas que impidieron su crecimiento. Tal acontecimiento podrá comenzar su gestación a partir de la segunda mitad del siglo XXIâ€. En lÃnea con lo que nos revelan las viejas profecÃas de ayer y los visionarios de hoy, GarcÃa está persuadido de que cuando ambos centros alcancen el “cuantum†de energÃa necesario deberá producirse gradualmente una unificación o asimilación de los desarrollos alcanzados entre uno y otro: “Esto último permitirá que ambos registros queden grabados en los seres de esta nueva raza, proceso éste que se repetirá hasta que se vislumbre en lo interno de ellos que América entera tiene un destino comúnâ€. Las narices de la tierra Antonio Velasco Piña tiene la virtud de mostrarnos a través de sus novelas, de forma clara y didáctica, la cuestión del relevo energético y espiritual entre el TÃbet y América del Sur. Para ello establece una gráfica comparación. Asà como los seres humanos para vivir necesitan recibir a través del aire el “pranaâ€, es decir la energÃa que sustentarÃa el universo, la tierra requerirÃa recibir de continuo grandes cantidades de esa misma energÃa primigenia. En los seres humanos la función de introducir en sus cuerpos el “prana†es realizada básicamente por la nariz, la cual opera de forma alterna, o sea que durante un cierto tiempo es la aleta derecha la que deja pasar la mayor parte de la energÃa y posteriormente es la aleta izquierda la que efectúa dicho trabajo. De la misma forma, y siempre según el escritor azteca, existen en la tierra dos inmensas aletas que constituyen la nariz del planeta y son la cordillera de los Himalayas y de los Andes. Turnándose cada dos mil años en su trascendental función, estas grandes montañas trasmitirÃan a la tierra, las finas energÃas provenientes del cosmos. Esta respiración puede adoptar dos formas. La primera es puramente mecánica y garantiza tan sólo la sobrevivencia de quien la realiza. La segunda requiere técnicas especiales y permite convertir la absorción del “prana†en un poderoso instrumento de desarrollo interior. En el caso de América esta particular absorción sólo puede efectuarse si sus seres más evolucionados colaboran para ello. El grado de evolución no implicarÃa sino el nivel de entrega y servicio al conjunto del “cuerpoâ€, la humanidad. Toda la nueva casta de hombres y mujeres valientes y conscientes, toda la masa crÃtica de hermanos latinos implicados en los movimientos alternativos, sociales, de defensa de la madre tierra, de las tradiciones indÃgenas, de mayor justicia y por supuesto de respeto a los derechos humanos, todo el variado abanico de movimientos espirituales y de desarrollo interno, todas los innumerables ensayos de ecoaldeas y comunidades rurales… representarÃan esa “respiración consciente†de América, que estarÃa posibilitando el despertar de todo un continente y por extensión de la humanidad entera. Todos esos hombres y mujeres de los más diversos paÃses, comprometidos y entregados, sabedores o no de su elevado cometido, estarÃan cambiando para bien el rumbo de la historia, abriendo por fin las puertas de una nueva y dorada era. Lugares de poder Todo gran despertar tiene sus puertas vibracionales, sus pasajes a otras dimensiones. Todo accionar de la conciencia de un pueblo está ligado a la activación de sus ancestrales “ventanas al más alláâ€. En múltiples artÃculos de la revista hemos dado a conocer la interpretación que dan muchos estudiosos acerca de estos particulares “lugares de poderâ€. Estos puntos energéticos o “chakras†terrenales fungirÃan, según diferentes visionarios del entorno acuariano, como verdaderas puertas dimensionales (Ver “Más Allá…..). Construcciones megalÃticas del pasado, centros indÃgenas, templos ancestrales, parajes naturales, montañas conservadas en pureza.., estarÃan cumpliendo el cometido de ser pasajes a través de los cuales descenderÃan a la tierra información precisa, asà como elevadas energÃas procedentes de dimensiones superiores. Nuevos códigos nos serÃan dados a través de los pasillos interdimensionales. Estos códigos de energÃas son semillas de pensamiento que ampliarÃan la concepción que el hombre tiene de la creación, nuevas pautas de actuación en forma de energÃas de la naturaleza, hasta ahora invisibles, que comenzarÃan a manifestarse al entendimiento humano. Estos patrones de comportamiento, imbuidos de gran amor, descenderÃan, por lo tanto, a través de unas puertas o vórtices que abundarÃan particularmente en todo el continente sudamericano. Al igual que en el cuerpo humano, en el cuerpo de la tierra hay una jerarquÃa de importancia entre esos “chakrasâ€. En A. L. destacan, como hemos apuntado, los puntos del lago Titikaka y Machu-Pichu en Perú. El triángulo que forma la mÃtica montaña del Ãvila en Venezuela, la pirámide Teotihuacan en México y las Bermudas el Caribe, serÃa otro ejemplo más de esta sagrada geometrÃa de los pasajes dimensionales, que ahora se estarÃa activando y que tan misteriosa y poderosa influencia parece ejercer sobre la humanidad. |
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