Relación de lÃderes entrevistados en este primer tomo: - Lee Carroll, canal de Kryon, el ingeniero alado en servicio a la humanidad - Miyo , el viejo “gurú†que nunca muere - José Argüelles, adivino de la armonÃa cósmica - Ponce de León, pregonero de la tradición andina. - Antonio Velasco Piña, pluma del resurgir espiritual de México - Daniel Meurois Givaudan anuncia una espiritualidad femenina - BenjamÃn Creme anuncia que nos encontramos en vÃspera de grandes acontecimientos - Ganchen Rimpoché, lama sanador y mensajero de paz - Laura Esquivel a la defensa del espacio Ãntimo - Djinpa- Borja, el lama español huido del mundo - Sixto Paz a la búsqueda de galaxias interiores Prólogo al libro No están hechos de una pasta especial, pero su mirada orada la bruma del mañana. Son hombres y mujeres corrientes, tan sólo vuelan y dejan estela… Son seres humanos con sus aciertos y errores, pero ensanchan el mundo y se hicieron acreedores del gozo de caminar en su compañÃa. A ninguno de ellos le convence el apelativo de “maestroâ€, menos aún de “gurúâ€, pero lo cierto es que han marcado, bien en América, bien en España, la vida de muchos aspirantes, buscadores y caminantes de la senda del espÃritu. Alguno se conforma con el apelativo de “lÃderâ€, otros de “guÃaâ€. Los hay que ni siquiera eso, no se auto conceden privilegios. El caso es que todos ellos ponen pilares del mañana, de una era definitivamente más fraterna y espiritual. Son los “testigos de un nuevo tiempoâ€, los que sugieren los principios y pautas del futuro, a veces incluso también los encarnan… SÃ, los hay quienes incluso vivencian y ponen en práctica lo que proclaman y es asà como se tornan un buen dÃa “imprescindiblesâ€. Ninguno de ellos podrÃa presentar la Verdad en solitario, sin embargo cada cuál encarna una faz de su inescrutable rostro. Ni que decir tiene que gocé intensamente coleccionando sus enseñanzas, fragmentos siempre incompletos que nos revelan un atisbo de esa gran Verdad imperecedera y con mayúsculas. Esa es la suerte de nuestros dÃas: tantos caños abiertos para saciar una sed atávica de Verdad y de Absoluto. Uno quisiera, y basta querer con el alma para que el sentido anhelo se haga realidad, miles de vidas, para llenar miles de cintas y folios con el verbo de los maestros y guÃas de aquà y de allá. Uno quisiera miles de vidas para abrevar en otros tantos caños, para entrevistar a otros tantos testigos de nuevos tiempos, precursores de esperanza, guÃas de humanidad. Uno se construyó con ellos. Crecà y me formé a su vera. No sólo les acerqué micrófono, tras alguno de ellos, también corrà y servÃ. Uno es ya algo de la humilde suma de todos ellos, de sus palabras y silencios, de los instantes que le regalaron. Uno es algo de la suma de sus sorpresas y enseñanzas. Uno es agradecido por los ojos siempre un poco más abiertos con que le obsequiaron… No están, ni mucho menos, todos los que son, pero sà son todos los que están. Ni que decir tiene que fue un placer haberles conocido, haberse contagiado de su fuerza, amor y luz, en sus diferentes tonalidades, dosis y mezclas. Absolutamente todas estas entrevistas se hubieran prolongado sin tiempo, ni punto final; hubieran rayado uno y otro alba. ¡Tal ha sido el placer, tal el ansia de crecer y aprender. Agradezco primero al Cielo la dicha de haber podido encarnar en este tiempo único, de haberme echado a los caminos de este maravilloso planeta con cuaderno, bolÃgrafo y ganas infinitas de conocer y trabajar; agradezco la suerte inmensa de haberme puesto en la pista de seres tan vitales para la humanidad… Llegué hasta ellos con un encargo de entrevista y ahora muchos son buenos amigos. No son sólo guÃas, son grandes hermanos en el servicio. Cada quien con su volumen de particulares responsabilidades, responde al mismo y superior Encargo, atiende a una misma y liberadora Misión de Amor. Reunamos los testigos de nuevos tiempos, no sólo en el papel, también en el gran patio de este momento irrepetible, en los cÃrculos por crear, en los encuentros y cumbres por organizar. Reunamos los guÃas de la humanidad, los movimientos espirituales. Reunámonos los consagradas al Plan y el Reino será, el Reino más maravilloso que jamás hubiéramos podido soñar. Gracias de verdad, “testigos de un nuevo tiempoâ€, por habernos cedido vuestra mirada, vuestro vital testimonio. Os cedemos la palabra. Koldo Aldai Precio 16 euros. Pedidos a Ediciones LibrerÃa Argentina C/ Andrés Mellado 46 Telf.: 91 5434781 28015 Madrid www.libreriaargentina.com o al autor redaccion@portaldorado.com Telfs.: 91 471 8816 / 948 540020 / 606695452 |
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