No abrió sólo caminos en el espíritu de sus contemporáneos, sino también entre las estrictas pautas de comportamiento de la acomodada sociedad caraqueña en la que le tocó vivir. Los millones de lectores de la obra de Conny Méndez repartidos por todo el mundo, quizá no sepan, que la precursora del movimiento metafísico, era además una cantante mundialmente conocida en su época y un personaje muy singular. Esta polifacética mujer, que nació en los estertores del siglo XIX, fue la primera venezolana en enviar un telégrafo, en fumar públicamente, en divorciarse, en conducir un coche...
Conny, la “loca”
Conny nació el 11 de abril de 1898 en el seno de un familia caraqueña muy acomodada. Su padre era el distinguido escritor y poeta del época Don Eugenio Méndez. Hasta los albores de la Segunda Mundial, en plena carrera artística, no se inició en los estudios espirituales. En 1946 se hizo discípula directa del famoso esoterista y conferenciante norteamericano, Emmet Fox, cuya magna obra daría a conocer al mundo hispanoparlante, al fundar el movimiento de Metafísica Cristiana.
Araceli Egea, fundadora de la escuela metafísica Ray Sol, afirma a propósito de la que fuera su maestra: “Sonrisa de cielo y cabellos de palta, cortos, peinados con aparente despreocupación, ojos que se iluminan pronto con chispitas doradas y cuando lo hacen, todo el rostro se ve radiante, con la expresión de la felicidad misma”.
Era a fuerza de sonrisa y de “chispa” como Conny se fue abriendo camino en los diversos campos de su vida. Rebosaba humor a todas horas del día y contagiaba una jovialidad que la elevó, unida a sus dotes artísticas, a la más alta popularidad. Ella misma era consciente de que albergaba una suerte de sana locura, hasta el punto que tituló su propia biografía con el encabezamiento: “Memorias de una loca”.
Juana María de la Concepción Méndez, así era su nombre pila, tenía una estatura mediana y piel blanca. Como diva innata, era siempre muy femenina y refinada en su presencia. En lo que a su condición de artista se refiere, cuantos la conocieron coinciden en apreciar la gracia particular de su canto que recorrió buena parte del mundo. Acompañaba con guitarra las bellas piezas folklóricas que ella misma componía. No faltaron tampoco en su repertorio composiciones de género clásico y romántico, incluyendo un “Oratorio” de inspiración sacra. Con la llegada de la televisión a su país, protagonizó diferentes tipos de programas, destacando como “show-woman”.
La enorme capacidad creadora de esta mujer no se limitaba al campo de la música; también manifestó una especial predisposición para el teatro, la pintura y el periodismo. Conny ejerció además de traductora y de representante cultural de Venezuela en muchos países. Fue condecorada por las autoridades de su país en tres ocasiones y recibió, en reconocimiento a su labor en el mundo del arte, la cultura y las causas humanitarias, numerosos homenajes y galardones. Cuando tenía ochenta y un años de edad, aún se dio el lujo de grabar cuatro discos con su propia voz.
En sus periplos artísticos por la geografía mundial, recaló también en España. Estuvo en Madrid en los años cinquenta, cantándole a quien más tarde sería primero Príncipe y después Rey de España, Don Juan Carlos de Borbón, en un concierto organizado por la Duquesa de Alba. Este acto se celebró con un éxito tremendo en el hotel Ritch. Cuando bajó del avión, los periodistas dijeron de ella, que había desembarcado la “Maja de Goya americana”, dado el gran parecido que le encontraron con la famosa figura del pintor aragonés.
Ruben Cedeño, continuador de su obra, y quien nos ha facilitado en una entrevista la gran mayoría de la información utilizada para la confección de este artículo, carga de emoción cada una de las palabras con las que alude a su maestra y amiga del alma. Es precisamente esa conjunción de mundanidad y espiritualidad, lo que a los ojos del escritor y metafísico venezolano, hace de Conny un personaje absolutamente irrepetible.
Etapas de la enseñanza
Su forma de actuar, tan ajena a los convencionalismos sociales, le hacía destacar con facilidad y a veces no encajaba plenamente en el estatus social que ocupaba. Como señal de muestra baste señalar que, en medio de una sociedad tremendamente puritana, C.M. tuvo el valor de contraer tres veces matrimonio. Así las cosas, no le faltó tampoco valentía para hacer frente a la oposición que despertaron sus insólitas enseñanzas. Cuando a los oídos de las damas de la alta sociedad venezolana, llegó la noticia de que Conny se había puesto a “predicar” metafísica, cundió la mofa, cuando no la burla más o menos disimulada. Las acaudaladas señoras no daban crédito a que aquella mujer de tan “ligera” vida se pudiera dedicar, en total entrega, a cuestiones espirituales.
El punto de inflexión, el antes y después de Conny quedó marcado en New York. Fue allí donde mantuvo una experiencia de contacto directo con Saint Germain que le marcó profundamente. Ruben Cedeño afirma que durante dos años recibió las continuas y aleccionadoras visitas de este enigmático personaje en su hotel de la ciudad de los rascacielos. A partir de entonces, aquella artista entregada a una vida de lujo y disfrute sin fin, se vio impelida a acometer una tarea espiritual de enormes dimensiones.
De vuelta en Caracas, se entregó a la traducción de los libros en inglés de su maestro, Even Fox, así como de los mensajes de los Maestros ascendidos, facilitados por la asociación “El Puente de la Libertad y hasta entonces unicamente disponibles en el idioma anglosajón. Todas estas estas enseñanzas, junto con las que dicen que recibió del propio Saint Germain, constituyeron la base de su obra. Fue la primera persona que escribió e instruyó sobre Metafísica en el mundo hispano parlante, dando a conocer las enseñanzas de los rayos, los Maestros y la Ley de mentalismo.
La enseñanza de C. M. tuvo diferentes etapas. Comenzó a impartir sus clases en el año 1965 en su propio domicilio a un grupo de señoras de la alta sociedad. En 1970 la red de tiendas “Van” le ofreció promocionar sus conferencias públicas, lo que originó que la enseñanzas se conocieran por toda Venezuela. Para 1975 la Metafísica se había expandido en Latinoamérica entera y llega a España en 1977. Sin embargo, hasta 1990 no se puede hablar de una aceptación plena en nuestro país, con su consiguiente irrupción en las librerías esotéricas.
En las charlas que Ruben Cedeño imparte por todo lo largo de la geografía mundial, todavía se encuentra con personas que se empeñan en subir a los altares a la fundadora de este movimiento espiritual. El continuador de su obra se ve, a veces, en la obligación de deshacer equívocos y de bajarla una y otra vez del pedestal al que se la eleva.
A la muerte de Conny, el 16 de noviembre de 1979, fue su faceta artística la que adquirió, en un principio, un mayor relieve en los medios de comunicación, pero a medida que han pasado los años y se ha ido difundiendo su obra metafísica, este otro aspecto suyo de guía espiritual, ha cobrado también más importancia ante la propia sociedad venezolana.
ENTREVISTA A RUBEN CEDEÑO
“Contagiaba chispa”
Ruben Cedeño conocía a Conny Méndez incluso antes de salir a este mundo. Su madre enamorada de las canciones de la artista venezolana, le cantaba ya cuando aún le acogía en el vientre, sus más populares canciones. De cualquier forma el más firme depositario de la enseñanza metafísica de la artista y maestra espiritual, se cuida mucho de endiosarla. El vio en su jovialidad, lindante a veces incluso con la frivolidad, su más irresistible encanto.
¿Conny Méndez se consideraba a sí misma una loca?
Sí, era una loca. Era el ser más gracioso, más cómico, más simpático de esta tierra. Una mujer muy extrovertida por lo tanto. Extrovertida, chistosa... Si no fuera porque se sentaba a dar clases de metafísica, uno no hubiera denotado en ella ningún rasgo de misticismo. Además de muy exquisita, era todo un personaje. No desperdiciaba oportunidad para disfrazarse y hacernos reír. Recuerdo como una noche, antes de la reunión, se nos vistió de Miss Venezuela. En el “Country Club” de Caracas era famosa por los disfraces que se ponía.
¿Como encontró Ruben a C. M.?
A los 17 años, por intermediación de un familiar suyo, fuí a conocer a la artista y ella me regaló su libro “Metafísica al alcance de todos”. Aquella misma tarde me impartió su primera clase acerca del Cristo interno, los 7 rayos y la Presencia Divina. A partir de entonces comecé a trabajar como su “office-boy”. Conny Méndez a Ruben Cedeño le aportó todo. No sólo me introdujo en las elevadas enseñanzas espirituales, sino que también me ayudó mucho en mi carrera musical.
¿Cómo se comportaba en la vida cotidiana?
Contagiaba “chispa”. Salir a los restaurantes, andar con ella por la calle, era estar riéndote continuamente. Todas las personas que veía eran pasto de su humor, a cada una le hacía un chiste. Muchos iban a sus clases a reirse, más que a aprender. Incluso en sus conferencias era hilarante. Comenzaba las reuniones con una gracia y las terminaba con otra. Ir a sus lecciones era ir a gozar también de su gran comicidad.
¿Su lujo exuberante no contradecía la enseñanza que impartía?
Venezuela siempre ha sido un país rico y no hay grandes diferencias sociales. A las mismas conferencias acudían personas de todos los extractos. Como toda señora de la más alta sociedad sólo veía una cosa: las mesas bien servidas, los mejores hoteles para las conferencias, los mejores trajes para lucir, las más exuberantes joyas... Siempre mantuvo la metafísica a un altísimo nivel.
¿Que trato le dispensabais sus más allegados?
Jamás vivimos con Conny viéndola como un ser superior, mucho menos adorándola. Siempre reconocimos su trabajo, la envergadura de lo que estaba haciendo, pero ella seguía siendo nuestra amiga. C.M. fue una mortal como cualquiera de nosotros. Si la elevamos a ser ascendido, haremos de ella una meta tan divina, como inalcanzable.
¿Cuál es el legado de C.M:?
Su nieto, Diego Gil Velutini, es el encargado de seguir publicando la obra de Conny. En estos momentos hay un conjunto de catorce editoriales que difunden sus títulos. Existen grupos de Metafísica por toda Latinoamérica, además de New York y Miami y realizamos un congreso anual de carácter internacional en un país diferente en cada edición.
BREVE BIOGRAFÍA DE RUBEN CEDEÑO
Rubén Cedeño (Caracas 1952) es actualmente el único instructor activo que queda del grupo fundador de la Metafísica de C. M. Estudió esta ciencia espiritual con ella por el lapso de una década, siendo su alumno desde 1969. Recibió también una sólida formación esotérica junto a los rosacruces norteamericanos y colombianos y fundó el primer órgano Sociedad hermética para el Servicio Mundial de Venezuela. Fue vicepresidente de la Sociedad Teosófica en la capital venzolana y en 1980 viajó a Madras, India, para conocer personalmente a Krishnamurti.
Se ha dedicado a realizar profundas investigaciones espirituales durante sus múltiples viajes por Europa, Asia, América y Australia. Desde 1970 ha desarrollado una incansable labor de difusión de las enseñanzas metafísicas formando grupos en la inmensa mayoría de los países de habla hispana.
Es autor de más de un centenar de libros a través de los cuales ha tratado de trasmitir a la humanidad los principios básicos de esta corriente espiritual. En la actualidad, además de profesor y escritor, ejerce como músico.
LAS ENSEÑANZAS METAFISICAS
Generalidades de la Metafísica
La Metafísica se ha estudiado en todas las universidades, seminarios y escuelas religiosas como una corriente de orden filosófico. Sin embargo, fue en la primera mitad del siglo XX, cuando el doctor anglo-americano, Emmet Fox, dio a conocer esta ciencia de forma popular. La plasmó en términos simples y la hizo accesible con el “slogan” de "la práctica de la presencia de Dios en uno".
Conny Méndez se hizo discípula de Emmet Fox y dada su condición bilingüe, tradujo al castellano lo más esencial de la enseñanza del doctor. Este compendio de sabiduría lo volcó en su popular obra "Metafísica 4 en 1". En el libro se incluyen las pautas emanadas de los Maestros de Luz para los “nuevos tiempos”. Estos Maestros, también comúnmente denominados “ascendidos”, serían entidades sobrehumanas que habrían superado el período encarnatorio en la tierra y que ahora estarían implicados en una labor de servicio y orientación hacia la humanidad. Entre ellos se encontraría Saint Germain, del cual se dice que instruyó a Conny de forma particular.
C. M. fue por lo tanto la difusora pionera de las enseñanzas metafísicas en el mundo hispanoparlante. En su Caracas natal instruyó a los dos continuadores de su enseñanza: la conocida escritora Carola de Goya, cuyos libros se encuentran esparcidos por toda Latinoamérica, y a Rubén Cedeño.
La metafísica no es una religión, sino una filosofía práctica de vida y sus pilares básicos serían:
1- Todo es mente. En lo que pensamos en eso nos convertimos. Nuestro pensamiento va conformando cuanto nos rodea.
2- Dios no está lejos trepado en una nube, sino que vive y ha vivido siempre en el corazón de los hombres.
3- El remedio por excelencia para todo lo que aqueja al ser humano es el perdón.
4- No estamos solos. Hay un sinnúmero de seres de luz maravillosos asistiendo hoy a la humanidad en su sendero de retorno al Padre.
En actualidad existen diferentes escuelas metafísicas. Entre las que difunden su enseñanza en el área hispanoparlante destacan, además de la “corriente oficial” ya mencionada, “La escuela Ray Sol” de Araceli Egea y “The Summit Lighthouse” de Elisabeth Clare Prophet. Entre los grupos que están también dando a conocer los mensajes de los Maestros ascendidos, son de mencionar, por las dimensiones de su trabajo editorial, el Centro Lusitano de Unificación Cultural (Más Allá, 114) y Comunicación Cósmica de México.
Cuatro en uno
 La principal característica de la obra de Conny Méndez es su estilo sencillo. La agilidad en la escritura es la principal razón de la enorme expansión que han conocido sus libros. Ella misma gustaba de la expresión "palabras de a centavo" con la que se refería la accesibilidad de sus contenidos.
La obra más popular de C. M. es, sin lugar a dudas, “Metafísica 4 en 1” - Volumen 1. Con 1.800.000 copias vendidas es el libro venezolano de mayor difusión a nivel mundial. El “best-seller” contiene una recopilación de cuatro de sus primeros libros: “Metafísica al alcance de todos”, “Te regalo lo que se te antoje”, “El maravilloso numero 7” y “¿Quién es y quién fue el Conde de Saint Germain”. A lo largo de sus páginas nos desvela los aspectos más esenciales de su enseñanza. En el segundo volumen, que ha superado ya el millón de ventas, quedan también resumidos otros cuatro títulos: ¿Qué es la metafísica?, “Piensa lo bueno y se te dará”, “Un tesoro más para ti” y “Numerología”.
El libro “El nuevo pensamiento” recopila sus artículos de la revista “Metafísica” que dirigió personalmente. En el se encuentran temas como las claves para la comprensión de la Biblia, la reencarnación, la poderosa Presencia del "Yo Soy", la llama violeta.... Destaca igualmente por su volumen de ventas “El librito azul”. En él la autora describe diferentes técnicas para la sanación de la mente. Por último en “La carrera de un átomo” se aborda de forma adelantada la interrelación entre la ciencia y la metafísica. |
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La Metafísica se ha estudiado como una corriente de orden filosófico. Sin embargo, fue en la primera mitad del siglo XX, cuando el doctor anglo-americano, Emmet Fox, dio a conocer esta ciencia de forma popular. La plasmó en términos simples y la hizo accesible con el slogan de la práctica de la presencia de Dios en uno. Conny Méndez, su principal y mejor difusora. 
