Paisaje de Otoño En Madrid los podemos ver integrados en el paisaje abigarrado y multicultural del Retiro, exhibiendo sus ejercicios y meditaciones, haciendo presente bajo los árboles deshojados la necesidad de retornar sobre nosotros mismos. Son un reclamo más del paisaje otoñal llamando a la quietud. Cuando uno les contempla absolutamente absortos en sus prácticas, ajenos al trajineo dominical, desplaza de su mente la idea de agitadores, de pérfidos militantes sectarios y comienza más a pensar en unos seres comunes que han hallado un remanso de paz en medio en medio de la agitación urbana, que han visto volcada su vida por el descubrimiento de una sencilla práctica. Sus actividades, de carácter abierto y gratuito, les empuja más hacia el camino de la santidad, que al de perversidad con la que les asocia el gobierno chino. En nuestro país llevan un cierto "retraso" con respecto a otros países europeos en lo que se refiere a su implantación. El idioma es la barrera que les impide la multiplicación de practicantes, tal como ocurre en otros puntos de nuestro continente y América. Apenas llevan unos meses apostados en su rincón junto al pasadizo del parque que lleva a la boca del Metro "Retiro". La cita es a las cuatro de la tarde en invierno y a las cinco en verano.
La otra "conexión" china Charlamos con tres amantes de esta práctica en Madrid. Se trata de una mujer joven, Jie Pan, empleada en ocupaciones de carácter temporal, Yun Chun Chen, otra mujer de avanzada edad, ya jubilada, y Quing Shentu, un joven emprendedor que regenta un bar en Aranjuez. Cual primeros "cristianos" de ojos más estirados, están imbuidos de la ilusión de pregonar la "Nueva", de un deseo sincero de compartir "su tesoro", de una actitud noble de entrega, descontaminada de cualquier interés material. Hallo en sus palabras ininteligibles, que torpemente logran después traducirme algo genuinoS: "Existe cierta confusión acerca de cómo se categoriza a Falun Gong. En realidad no es un culto, ni religión, ni tampoco una secta. F.G. no tiene templos, ni rituales, clérigos, sacerdotes o rangos. Nunca se colecta dinero de la gente y no hay membresía, mucho menos iniciaciones". La cita es en un céntrico local con una amplia sala para el desarrollo de clases y cursos. La proximidad de este espacio les proporciona una indisimulada tranquilidad. Pronto pasarán de las palabras a las obras. Ven que su parco castellano apenas les permiten trasmitir lo que con tanta fuerza late en su interior. Cierran la boca, desnudan sus pies y ponen a hablar con movimiento solemne a sus brazos, sus manos, sus ensayados cuerpos. Pronto se sitúan allá lejos, allá adentro, allá ausentes del mundo y poco les importa que un occidental interrogue, aún sorprendido, a las puertas de sus párpados cerrados, por la razón de tanto gozo. Así pues, me oriento más por ese placer interno que imprimen a los ejercicios que ante mí exhiben, que por la abundante información, cantando las excelencias de la práctica, que ponen en mis manos. Me guío más por sus miradas, tonos, gestos, que por sus acaloradas e impotentes palabras, que a duras penas logro descifrar: "Los ejercitantes llevamos vidas normales y participamos activamente de nuestras respectivas comunidades. La practica es escogida libremente y está centrada en el mejoramiento de uno mismo. No hay obligaciones, cada uno es libre de venir o irse cuando lo desee." Su testimonio al fin y al cabo es fácilmente extrapolable. Gentes empujadas allende su geografía por la necesidad y que una vez ubicados en un asfalto lejano, una vez hubieron satisfecho las necesidades que antes tanto les ocupaban, pudieron darse al extra del redescubrimiento interno, merced a esta práctica emanada de su propia tradición. La hostelería y restauración en España les abrió unos horizontes económicos y una correspondiente tranquilidad difícilmente alcanzables en su patria. Esta gente sencilla de sutil amabilidad y expresiones parcas, nos revela la otra cara de la "China conection", la otra red amarilla no implicada en la extorsión material, ni en el aprovechamiento humano de sus conciudadanos, sino en la invitación a la explotación del caudal interno de cada quien, a la aventura nunca conclusa del alma. Una vez más, hallamos en el mapa de las colonias chinas implantadas en occidente, las claves de un mundo cada vez más polarizado. Observamos un ralla cada vez más nítida entre quienes optan por servir a la humanidad y entre quienes deciden servirse de ella.
La rueda que no para El Falun Gong, también conocido como Falun Dafa (Ley de la Rueda ó Gran Ley) tiene sus raíces en las tradiciones budista y taoísta. Es una practica tradicional china de "Qi-Gong" rediseñada por el profesor Li Hongzhi con el objetivo de mejorar el cuerpo y la mente y concretada en diversos ejercicios físicos, así como en una meditación. Sus seguidores le atribuyen profundos efectos curativos, alivio de tensión, además de mejora de la salud física y mental. Lo reiteran una y otra vez mis interlocutores: "No se trata sólo de llevar a la práctica los ejercicios. El F. G. nos invita a ser hombres Œbuenos1, que nos adaptemos de forma constante a las características del 'Zhen-Shan-Ren' del universo y que elevemos nuestro Xinxing o lo que es lo mismo, la naturaleza de corazón y mente". Argumentan que alzar este nivel de "Xinxing" es la clave para incrementar la energía en el cultivo de uno mismo. Ello implica renunciar a la mentalidad de orden ordinario sobre "fama, riqueza y éxito", arrinconando pensamientos negativos, conducta inmoral, así como desechando "apegos no saludables". Lo ojos de Quing Shentu se iluminan cuando apunta los objetivos últimos de los ejercicios que desarrollan: "Se trata de promover seres iluminados, desinteresados, que piensan en los demás antes que en sí mismos. Innumerables practicantes han mejorado milagrosamente su salud y superados malos hábitos. Empezaron simplemente siendo hombres buenos, para después exaltar sus pensamientos hasta las esferas más sublimes". Con ese empeño de cultivo interno no es de extrañar que, por ejemplo, en la ciudad china de Changchun, entre los responsables de contratación de personal circule esta máxima: "Contratemos a un practicante de F. G.. Ello nos dará tranquilidad". Más allá de los beneficios corporales, este moderno "Qi-Gong" parece conducir a los practicantes hacia altas cotas de sabiduría e iluminación. De ello dan testimonio los millones de practicantes chinos y occidentales que han observado en sus vidas un giro positivo a raíz de abrazar esta disciplina: "Tengo una paz que es tan bella que no puedo describirla, relata E. Moore, practicante en Nueva York. Cosas que antes realmente me lastimaban, ahora no me molestan en absoluto. La gente me trata diferente y yo a ellos. Esta práctica de cultivación es la cosa más difícil que jamás haya hecho, pero también la más bella. Ilumina mi almaS". Augusto Andrade practicante en Carolina del Norte se manifiesta en términos muy similares: "Desde el inicio de mi práctica de F. G., mi ser cambió física, mental y espiritualmente, de tal forma que no pude conseguirlo en otro sistema en veinticuatro años. Mi columna vertebral milagrosamente se enderezó después de cuarenta años de tenerla ligeramente desfigurada. Para mí, este sistema de cultivación es el más elevado que un ser humano puede encontrar". Falun Gong o la "nueva era" amarilla No es difícil ver en esta práctica la versión oriental de la "nueva era", más parca de medios, más austera en las formas, desacentuada de intereses lucrativos, pero más arrasadora si cabe, precisamente por esa manifiesta desnudez, por esa ausencia de filiación concreta, de cuotas o de lacerantes costes de fin de semana. Con los movimientos de "nueva conciencia" occidentales comparten la universalidad de su discurso, la voluntad de desencriptar y popularizar los arcanos de la sabiduría oculta, amén de su esperanza por el arribo de una época más elevada espiritualmente. Guías y mentores de la "nueva era" insisten en la economía de esfuerzos de la que hoy somos beneficiarios para alcanzar grandes cuotas de realización interna. Lo que en el pasado exigía una vida espartana plagada de renuncias, de ascéticos ejercicios y de exigentes prácticas, hoy se nos otorgaría con asombrosa generosidad. La "dispensación de especiales energías" provenientes del cosmos y la asistencia "celeste" de la que seríamos beneficiarios posibilitaría esta acelerada evolución interna. Una tesis muy similar es avalada por los precursores de F.G.. Al igual que los movimientos acuarianos, F.G. también busca hermanar ciencia y espiritualidad. Entre sus cultivadores se hallan muchos reputados ingenieros, médicos, catedráticosS que trabajan en las más extremas fronteras de la ciencia oficial. Son profesionales dotados de criterios independientes y espíritu crítico que han estudiado muchos casos de enfermos en los que han constatado la mejora sensible de su salud con los ejercicios. Estos hombres y mujeres de ciencia, que han logrado librar al movimiento de las constantes acusaciones de superstición del gobierno chino, proclaman en un documento que han subscrito: "Hay una ley ortodoxa, convencional y auténtica que se está propagando por el mundo entero. El F.G. es una forma ortodoxa de praxis personal, una ley de alta moralidad, una ciencia superior a lo normal y una bendición para el país y para el pueblo. " Al igual que otras disciplinas o terapias de "nueva era" como puedan ser el Reiki, "la sanción espiritual" o la dispensación de "energía universal", el Maestro Li alude a un "préstamo de energía" que va adquiriendo el sincero practicante y que puede ser "invertido" en la curación física tanto personal como de terceros. Este proceso de sanación consistiría en lo siguiente: Los practicantes van, en la medida que progresan en sus ejercicios, captando gran cantidad de materia de alta energía de otras dimensiones. Esta poderosa energía se deposita en las células, suprimiendo los elementos causantes del envejecimiento a nivel molecular. Las células mutadas son eliminadas y las células normales son gradualmente sustituidas por Gong. Este Gong sería una substancia energética nada fácil de obtener y extremadamente valiosa. Se cuenta que, en la historia de China, diferentes cultivadores de Qi-Gong han abandonado unos cuerpos carnales que no han envejecido con el paso del tiempo.
Maestro Li Hongzhi. La práctica del Falun Gong fue dada a conocer en China en el año 1992 por el Maestro Li Hongzhi. Este guía espiritual, que goza de una prolífica obra escrita, está domiciliado actualmente en los Estados Unidos. Se desplazó allí, no precisamente con el objetivo de hacer las "Américas", sino porque las autoridades chinas no le permitían desarrollar la labor en su propio país. Comenzó el sencillo "apostolado" de mostrar los ejercicios tradicionales que él mismo había reciclado en el año 1992. En los tiempos de la revolución de las comunicaciones, el F. G. se difundía paradójicamente de boca en boca. En el año 1999 se desató la represión. Desde entonces su crecimiento ha sido, si cabe, más fulminante. Li Hongzhi ha reiterado que las prácticas están disponibles a toda la gente sin ningún tipo de condición, ni restricción. No ha solicitado que se le conceda trato especial alguno, sin embargo manteniendo la tradición china es referido a menudo respetuosamente como maestro o profesor. No acepta donaciones de ninguno de los participantes del movimiento. Se da el caso de que, incluso, ha llegado a reprender la sugerencia de algunos de ellos de ofrecerle alguna casa o finca para su descanso. Vive exclusivamente de los beneficios que le reportan los más de veinte títulos que lleva publicados. A pesar de la tendenciosa campaña de difamación de los "media" gubernamentales chinos que pretenden socavar su bien ganada imagen de honorabilidad, proclamando infundadas acusaciones, el maestro Li se ha granjeado el apoyo de numerosas autoridades civiles del extranjero. En los últimos años ha recibido diversas condecoraciones y reconocimientos por "su contribución a la salud física y mental de la humanidad". Entre estas distinciones destacan la de "ciudadano honorario" concedida en el año 1996 por el Ayuntamiento de Houston y otra similar otorgada en el 99 por el de Chicago. En el documento emitido en la primera distinción se hacía referencia al profesor Li, como "embajador de buena voluntad" y mencionaban al F.G. como "la filosofía práctica que ha logrado superar los límites de las razas y de las civilizaciones, llevando la verdad hasta el último lugar del mundo y uniendo oriente y occidente en puente de hermandad." A propósito del F. G. que él mismo ha actualizado, el profesor revela en sus libros que era una práctica muy difícil de popularizarse en el pasado. Requería, bien tener un "Xinxing" extremadamente alto, bien que los alumnos fueran personas fundadas en todas las virtudes. Li Hongzhi buscaba con sus arreglos que se acercaran más practicantes y que los ya introducidos elevaran su nivel en todo lo referente a la cultivación mental y espiritual: "Un cultivador del F. G. no sólo puede incrementar rápidamente su potencia de energía y capacidades supranormales, sino que también puede obtener un Falun muy poderoso en un período de tiempo muy reducido". Tal como lo define en sus tratados, el Falun sería una entidad inteligente de materia de alta energía. Daría vueltas de acuerdo a la ley los cuerpos celestes: "En cierto sentido, afirma Li Hongzhi, es la miniatura del cosmos. Una vez formado el Falun, éste girará automáticamente en el abdomen inferior del ejercitante, recogiendo así, sin cesar, la energía cósmica y transformándola hasta alcanzar un alto grado de iluminación". "Erradicar" Falug Gong Ciudad de Zhong Nai Hai, 25 de Abril del 99. Un grupo de practicantes y simpatizantes de F.G. se manifiestaron pública y pacíficamente ante las autoridades municipales con objeto de solicitar la libertad de compañeros detenidos y difundir la verdad sobre sus prácticas. Tras un tiempo de presencia, una vez llegada la orden de dispersarse, recogieron toda la basura del suelo, incluso las colillas de cigarrillos que la propia policía había arrojado. Los agentes resultaron conmovidos. Una mujer policía llegó a comentar a sus propios subordinados: "¿Qué es la virtud ? ¡La virtud es esto!" La sola práctica del F. G. en una plaza china entraña el peligro de ser golpeado, despojado de trabajo y hogar. El ejercicio de este "amenazador Qi-Gong" puede suponer el destierro a un campo de concentración, a veces sin billetes de vuelta. F. G. no alberga interés político alguno, sin embargo el gobierno chino ha percibido en sus valientes seguidores una amenaza, al igual que la de otros grupos que son populares y que no están adscritos a su autoritaria ideología comunista. Este movimiento no fomenta la confrontación por más que las autoridades del país empuja a sus ejercitantes, una y otra vez, a ese escenario de enfrentamiento, donde es consciente que los podría aplastar de un plumazo. Los practicantes hacen gala del arma invencible de la resistencia pacífica. En ese terreno es donde todas las tácticas represoras se manifiestan impotentes. Ni un solo practicante ha reaccionado con violencia ante el ataque físico de los policías, a pesar de ser constantemente agredidos en las calles y torturados en las comisarías y centros de reclusión. Las imágenes han dado ya en sucesivas ocasiones la vuelta al mundo. La conducta pacífica manifestada reiteradamente por los cultivadores del F. G. ante una represión exhibida a gran escala, hablan de la naturaleza de paz y compasión de esta práctica. La comunidad internacional por boca de políticos intelectuales, así como de los propios ejercitantes diseminados por toda la geografía planetaria, han solicitado reiteradamente la apertura de un diálogo abierto entre F. G. y el gobierno chino. Organizaciones como "Amnistía Internacional o "Vigilancia para los derechos humanos" se han manifestado también en este mismo sentido, no habiendo obtenido otra respuesta que la del recrudecimiento de la política de castigo. Las cifras de la represión cantan por sí solas: 83 muertes, 5.000 condenados a trabajos forzados y 50.000 detenidos. De este total de apresados, un 70% son mujeres, adolescentes y ancianos. Una alta proporción de los varones mayores de 18 años son internados en hospitales psiquiátricos en donde se les administra drogas psicotrópicas y shocks eléctricos. Desde que en el año 99 se desencadenó la represión, el gobierno chino se ha puesto reiteradamente plazos para erradicar F. G.. Sin embargo, muy lejos de conseguir acabar con la más importante resistencia organizada a su régimen, se ha encontrado con que el número de practicantes se multiplica día a día. El Partido Comunista Chino apenas llega a los sesenta millones de afiliados, en buena medida estimulados por evidentes "intereses" adicionales, que seguramente poco tendrán que ver con búsqueda de "la emancipación de las clases populares". Los practicantes del F. G. en China alcanzan ya los ochenta millones. En la "desventaja" del primer número radica la saña torpe y cruel con la que el Gobierno pretende desterrar tan "peligrosa" práctica. A pesar de la inaudita persecución, los practicantes del F.G. se aferran a sus principios en la vida cotidiana y prosiguen con sus ejercicios a la luz del día. Nuestros interlocutores ensalzan las virtudes de los conciudadanos perseguidos: "No importa donde estén, ellos resisten silenciosamente y no guardan ningún odio, sólo compasión hacia todos y en particular hacia sus agresores. En algunas cárceles, su inmensa tolerancia y su enorme bondad han conmovido y hecho llorar a los criminales más duros. Muchos presos han abandonados sus prácticas malvadas para practicar F.G. con ellos mismos". La práctica Los cinco juegos de ejercicios del Falun Gong, que a continuación presentamos, están diseñados de forma integrada. Los tres primeros consisten en suaves y lentos movimientos físicos. Los dos restantes son aún de carácter más tranquilo e incluyen una meditación sentada. Quing Shentu insiste que esta serie es muy sencilla de aprender, pero que sus efectos son "excepcionalmente poderosos". No ejercen sobre estas técnicas ningún sentido posesivo. Es más, invitan a aprenderlas y después a practicarlas cada quien en su entorno, con sus allegados, "en cualquier hora" y "en cualquier lugar". - Buda mostrando mil manos: Ejercicio de estiramiento que abre todos los canales de energía en el cuerpo para así absorber la mayor cantidad de energía del cosmos. - Estaca-Parada Falun: Ejercicio para obtener sabiduría, incrementar el nivel de energía y reforzar poderes sobrenaturales. - Penetrando los dos extremos cósmicos: Ejercicio que mezcla e intercambia la energía entre el vehículo humano y el cosmos para purificar rápidamente el cuerpo del practicante. - Circulación celestial Falun: Ejercicio que usa la rotación del Falun (rueda de energía sutil situada en el abdomen) para rectificar todos los estados anormales en el cuerpo humano. Así se consigue que la energía fluya por éste sin interrupción alguna. - Reforzando los poderes divinos: Meditación sentada para obtener una mente clara y pura, reforzar los poderes divinos e incrementar la potencia energética del practicante. ------------------------------------------------------------------------ Para hallar más información Al día de hoy los practicantes, por su propia iniciativa, han editado diversos materiales del profesor Li, algunos de los cuales están en castellano y se pueden hallar en librerías especializadas. "Falun Gong de China" (en castellano) es un texto introductorio en el que se incluyen imágenes ilustrativas de los ejercicios. Zhuan Falun (Girando la "Ley de la Rueda") es un volumen en proceso de traducción a nuestra lengua, en el que se incluye una guía completa de desarrollo hacia los más altos niveles de cultivación de esta práctica. El libro, traducido a más de diez idiomas, es considerado esencial para los ejercitantes más avezados. El carácter altruista del movimiento queda también patente en la disponibilidad de todo este material en las diversas páginas de Internet que sostienen, entre ellas la más importante es www.falundafa.org. También se puede adquirir los libros mencionados en www.amazon.com, www.barnesandnoble.com ó www.universepublishing.com. Más información sobre la situación que padecen en China se puede hallar en www.minghui.ca/eng/html. Se está también difundiendo diferentes vídeos. Por un lado, uno de ejercicios en el quedan expuestos con todo detalle los cinco ya mencionados y por otro, dos cintas de carácter más documental en las que se describe la historia de la rápida difusión del movimiento. Quienes deseen conectar con el grupo de practicantes en el Retiro, pueden telefonear a los números: 91/8917732 ó 67315790 El símbolo del Falun El símbolo de Falun Gong es el "Falun", también conocido en occidente como la "Swástica". Tanto el Yin-Yang taoísta, como la "Rueda del Dharma" budista tienen también su expresión en este emblema. En el diccionario Webster es definido de la siguiente manera: "Ornamento o símbolo religioso alternativo, formado por una cruz griega con la punta de los brazos doblados en ángulo recto, girando en la dirección de las manecillas del reloj". Durante siglos esta variante de cruz, popularizada en su sentido inverso y negativo por la Alemania nazi, ha sido usada para representar valores de buena fortuna y virtud por los antiguos griegos, los indios del Norte y Sur de América, así como los chinos, persas, hindúes y japoneses. Reclamo solidario Existen diferentes formas de apoyo a la tarea de conseguir poner punto final a la represión brutal de los pacíficos practicantes del Falun Gong en China. He aquí algunas sugerencias que promueven desde el propio movimiento: - Colaborar en la campaña de recogida de firmas. - Escribir o llamar al consulado chino en Madrid : telf: 91721681 o fax 91 716280 - Presentar al movimiento ante los medios de comunicación o las autoridades. |
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