Programación de cine, el pasado sábado dÃa 17 de Mayo a las cuatro de la tarde en la primera de TVE para todos los niños de España: (Copio textual) “Presa del pánicoâ€. EE.UU 2000. Una mujer que padece agorafobia y lleva tres años sin salir de su casa contrata a un detective para que encuentre el cadáver de su marido, al que ella ha visto asesinar y que ha desaparecido sin dejar rastro. Otras “didácticas ofertas†en las otras cadenas estatales esa misma tarde “Cómplices inocentesâ€. EE.UU. 2002. (La PolicÃa irrumpe en casa de Susan, que es detenida ante la desolación de sus pequeños hijos) “Ambición mortal†E.E.U.U 2002.... Quizá la dosis de tiros y sangre no fue suficiente para nuestros pequeños y, como al dÃa siguiente no tenÃan escuela, a las diez de la noche podÃan disfrutar en Antena 3 con “Las cartas de un asesinoâ€. EE.UU. 1998. No invento nada. Compruébenlo con desolación en sus periódicos y revistas. ¡Muy edificante programación !Inyectamos pánico y violencia a millones de niños a lo largo de interminables horas y después nos quejamos de la brutalidad en el hogar, en los barrios, en las escuelas, en el mundo... Erradicar la violencia en el planeta exige como primera y urgente medida sacarla de las pantallas, por lo menos en horas infantiles de máxima audiencia. ¿Qué horizonte de convivencia, respeto y amor contagiamos a nuestros pequeños, si diariamente ponemos antes sus ojos tan triste y virulento universo? ¿Qué mundo el del mañana si permitimos que sus futuros constructores se nutran dÃa tras dÃa de tan degradantes referencias, se impregnen indefensos de tantas y tan peligrosas toneladas de basura mental? Para propinar un buen golpe, apretar u gatillo o lanzar una bomba, primero es preciso haber interiorizado desde niño esa respuesta atávica. La tele nos la recuerda a todas horas. El modelo de auténtica paz y fraternidad, que cada vez más seres quisiéramos ver poco a poco instalado en esta tierra, primero ha de encarnar en la dimensión virtual, por lo menos a las cuatro de la tarde del sábado ante el sillón familiar. Si no liberamos la programación “prime time†de tanta bomba y asesinato, de tanta agresividad y mal gusto, difÃcilmente los evitaremos en el mundo. |
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