América Latina es polo espiritual, representa seguramente la esperanza más vívida de la humanidad, no porque leamos las líneas telúricas, ni porque nos hayamos graduado en ocultismo, ni porque seamos profetas o adivinos, sino porque le hemos dado “play” a estas imágenes, porque su danza es más del alma y “su abrazo verdaderamente de Dios”. Lo hemos constatado al participar allí de tantos círculos cargados de tanta esperanza. Gracias Jorge Calero, gracias Silvia Murillo por haber traído estas danzas sublimes a España, gracias Maite Pardo por haberlas recogido. Gracias porque las llevamos tarareando todos nuestros días, porque no concebimos otro Cielo en el que no nos cojamos de la mano, en que no latamos en un solo corazón, en el que no volvamos a ser, a uno y otro lado del Atlántico, plenos hermanos. Aún recuerdo el embrujo de la primera vez que gozamos contigo las “Danzas de Paz Universal”, querida Silvia. Fue en una noche tropical en el "Pozo de las Rosas" cerca de Caracas, allí por el 2004 en el marco del III Encuentro de la Red Iberoamericana de Luz. Enseguida te trajimos a España porque queríamos seguir danzando y abrazando, porque no nos costó mucho entrever que ese tesoro era para la entera humanidad, era otra de las imprescindibles herramientas que necesitábamos para el sesurgir del aro sagrado, para el despertar planetario. Seguimos danzando, gozando del “abrazo de Dios”; a "cada acto" seguimos encarnando algo del Cielo en esta Tierra bendita. ¡El Amor del Padre-Madre celestial nos mantenga por siempre unidos! * A propósito de un encuentro de “Danzas de Paz Universal” celebrado en la Ecoaldea Atlántida en plena selva colombiana. https://youtu.be/Gb6QCViOm_8 |
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