No nos colma Podemos. Fundamentalmente nos encantaría ver a la formación emergente aliviada del rencor que alberga. Llegan los momentos de los necesarios cambios y es cierto que se acumula una gran carga de emocionalidad negativa. Es cierto que la fuerzas de progreso llevan su lastre en forma de encono. Es cierto que en el ámbito de Podemos y su órbita es preciso superar un espíritu de confrontación en exceso arraigado, pero también no es menos cierto que mora en ellos un deseo verdadero de regeneración política y transformación social. Es fácil criticar a Podemos, pero ¿con quién nos quedamos entonces? No sé si la cuestión es tanto si "Podemos" sí o "Podemos" no, sino ¿quién va a afrontar la regeneración política que necesita España?, ¿quién podrá traer los cambios inaplazables? Es loable la aportación de Ciudadanos a esa regeneración política, sin embargo la formación de Rivera no da ninguna solución al nuevo encaje de Catalunya en España, no aporta soluciones al respecto. La crispación se prolongaría. Con respecto a Euskal Herria desean quitarnos la autonomía financiera, el, sobradamente arraigado y ampliamente respetado, Concierto económico. La formación naranja no aspira tampoco a otro modelo social, económico, energético… Sólo iríamos con ellos hasta el siguiente apeadero y yo pensaba que queríamos un viaje para ir más lejos, hacia un futuro más verde, más alternativo, más solidario… Nos pesan mucho los guiños de la formación morada a Venezuela, lo hemos dicho hasta la saciedad, pero Pablo Iglesias no quisiera suicidarse tratando de adaptar aquí el modelo de allí, ni jamás las bases y la órbita se lo permitirían. No hay, por lo demás, más populismo en la boca de Iglesias que en la de los otros líderes, sólo que el joven político madrileño no ha tenido su oportunidad y los otros sí. No hay más populismo en el discurso del emergente líder, con la diferencia de que él predica ya con el ejemplo en lo que se refiere a una vida más austera coherente y responsable. Tenemos el panorama político que nos merecemos. No se puede pedir peras al olmo. El mapa político es fotografía del mapa de nuestra conciencia. No se puede pedir a la realidad política la conciencia que la masa crítica española aún no ha ganado. La verdadera solución es seguir trabajando en el ámbito de la conciencia. Ello nos traerá en su momento un nuevo mapa político, es decir el emerger de fuerzas privadas de hierro y de espíritu de confrontación; fuerzas limpias, intachables, que aman la Tierra, que apuestan por un progreso verde, sostenible y solidario; fuerzas que verdaderamente trabajen por el emerger en todos los ámbitos, a todos los niveles de un renovado espíritu de humana fraternidad. Arteixo 26 de Enero de 2015 http://KoldoAldai.org |
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