En la vida hay un momento para tañer el tambor hasta el agotamiento, para vivir las costumbres y la alegría del lugar y otro para tomar distancia. La ciudad siempre estará ahí, pero a ti te toca coger muchos trenes. Jamás renegaré de la estación de salida, pero hay que viajar lejos, hay que privar un poco al alma de las más sentidas melodías, so pena de dejarla atrapada. Hoy arrastro pesada maleta y no tambor. Estoy donde debía estar, gozando de un largo viaje, dejando pasar Castilla entera en paz, sin nostalgias. Sarriegi y todos los recuerdos viajan conmigo silentes, en el asiento de al lado. Una fiesta más íntima me lleva hasta el confín del mundo. La aguadora en destino no viste delantal, ni siquiera sabe quién es Sarriegi, pero con ella, con otros hermanos de tantas plazas y mundos, ensayamos una música, un ritmo nuevo que se pretende un poco de todos los tambores y sus ciudades, de todos lo corazones y sus destinos. * Raimundo Sarriegi es el compositor de la Marcha de San Sebastión y demás las melodías de la tamborrada. |
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