Me ha tumbado el virus, luego no soy negacionista. Sin embargo, me ensayo en la práctica naturista, pienso que la salud tiene mucho que ver con el acercamiento a la Tierra y sus elementos, con el abandono de una alimentación y hábitos nocivos, pero ahora no es el momento de insistir en ello. Por encima de los pros y de los antis, muy por encima de los cualquier “istaâ€, aspiro ser un hombre agradecido. Ésa es mi verdadera banda. Quiero expresar mi particular y sincero reconocimiento a la enfermera y la médico que me atendieron con gran profesionalidad y amabilidad en el ambulatorio de Zudaire. Después de cuatro dÃas de considerable fiebre, llamé y me recibieron al momento. Di positivo en el test y aún con todo el riesgo que para ellas implicaba, me auscultaron, controlaron las constantes y facilitaron recomendaciones pormenorizadas. Hay una Navarra rural que no tiene que esperar, ni hacer cola para ser atendida por el médico y eso es preciso reconocerlo. Hay una puerta cercana siempre abierta en el apuro, hay asistencia de evidente calidad..., quizás sólo reste ampliar el paradigma, abrirnos al susurro de otras medicinas. Compartir las culturas de la vida es otra invitación añadida de la crisis. Salir de las disyuntivas exclusivistas; aunar las medicinas, la oficial y la integral, las visiones de la salud, sobre todo aunar los corazones y voluntades se convierte en la divisa de cada vez más ciudadanos sensibles al naturismo y de mente abierta. Afirmar la salud colectiva, pero, en la medida de lo posible, afirmar también las libertades, pues tiene que haber un punto donde ambas sean compatibles. El termómetro modera por fin su mercurio. Me estoy recuperando. Recorro con nuevo y limpio aire en mis pulmones los caminos de la Amescoa y recobro la misma fuerza de siempre de trabajar por un mundo diferente. Avanzo con la fe en el reencuentro, la mutua permeabilidad y la fecundación de conciencias. El virus no sólo nos mide en nuestra capacidad de defensa inmunológica, sobre todo en la de dialogar y entendernos los humanos. Empiezo a comer y por lo tanto a escribir. Aún no puedo disociar ambos verbos. La salud antes que a ningún lugar, me empuja al teclado, a compartir siempre la buena nueva de que saldremos de ésta, de que hemos de escucharnos más y rechazarnos y condenarnos menos, de que hemos de ser más cuidadosos con la Tierra nuestra Madre, Amalurra, por su puesto con nuestros cuerpos, sus células. Tras este breve paréntesis, deseo seguir escribiendo muchas letras de agradecimiento allà donde toque, allà donde haya que apuntar un tanto, allà donde un ser humano se vuelque generosa y desinteresadamente en el otro. * En la imagen, el Nacedero del Urederra, fuente de vida y de salud; belleza desbordada en el corazón de nuestra Amescoa. Artaza 8 de Enero de 2022 www.koldoaldai.org www.portaldorado.com * En la imagen, el Nacedero del Urederra, fuente de vida y de salud; belleza desbordada en el corazón de nuestra Amescoa. Artaza 8 de Enero de 2022 |
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