A Graciela se le ocurrió, ahora hace once años, abandonar un buen trabajo que tenía en la Escuela Lincoln de Buenos Aires y hacer un paréntesis de silencio en su vida. Trucó ángeles por niños, aún consciente de que estos últimos frecuentan también luminosos limbos.
Paro su vida. Se puso a oler las flores desatendidas de su jardín, a escrutar cielos olvidados, a escuchar músicas aparcadas… y entonces aparecieron de improviso con su perfume de otros prados, con su susurro de otros mundos. No le pidieron permiso, pero se quedaron con ella. Permaneció un tiempo sola, con su secreto a cuestas, con el recelo de compartir con quienes le rodeaban su privilegio alado.
Poco a poco fueron llegando las personas que comprenderían su íntima vivencia. Poco a poco se fue abriendo a quienes se interesaban por estos "enviados celestes". Ahora viaja por América y Europa agitando suavemente su campanilla a la vera de los oídos interesados. Proclama que no estamos solos, que días y noche estamos asistidos por estos "inseparables compañeros". Insiste que están ahí mismo, de que tan sólo es preciso un silencio, un guiño, un tintineo..., un reclamo sincero de ayuda para sentir su presencia reconfortante, entrañable, para gozar del suave abanico de su aleteo.
A un cuaderno pegada
Su vida discurría a finales de los ochenta por los parámetros de una mujer "normal. No había escuchado nada a propósito de canalizaciones. No había asistido a reuniones espirituales, ni meditaciones, ni nada por el estilo. Simplemente descubrió que comenzaba a recibir información sin proponérselo. Se sentaba con los ojos cerrados a meditar y de repente sentía que comenzaba a descender sobre ella una energía muy especial, de gran fuerza: "Desconocía el mecanismo que activaba ese proceso. Los mundos sutiles comenzaron a hablarme. Yo escuchaba y escribía. El canal estaba abierto. Era testigo y parte a la vez. Tenía plena conciencia de estar escribiendo cosas extrañas, pero de gran valor." Desde entonces siempre le acompaña un cuaderno. En el momento más inesperado se pone a redactar como loca.
Graciela guarda con gran emoción el recuerdo del primer día en que sintió la presencia de su Angel Guardia personal: "Yo estaba muy ocupada con mi trabajo de maestra a doble turno, con mi vida social agitada, con mis responsabilidades de madre..., ¿cómo iba a tener tiempo de ocuparme de mi ángel...? Sin embargo él se ocupaba de mi y yo no me daba cuenta de ello".
Está persuadida del poder de los ángeles para unir a los humanos, pues estos enviados de los dioses son comunes a todas las tradiciones. No oculta su especial predilección por Miguel el Arcángel, el de la luminosa espada de cristal. Dice que está llamando de nuevo a sus huestes para llevar la Luz donde hay oscuridad. Habla de una nueva alianza de ángeles y hombres combatiendo por un nuevo mundo. Miguel estaría invocando a una gran sacudida a nivel planetario, con el objeto de recordar nuestro origen divino: "El jefe de la huestes celestiales llama y activa a los ángeles que son quienes le siguen en la jerarquía celestial, con la finalidad de que éstos a su vez despierten a los hombres".
Vive en Argentina pero recientemente cruzó el gran charco con toda su hueste angelical y se ha paseado por el País Vasco, Catalunya y Madrid, revelando la alianza que mantiene con estos seres "tan cercanos". Su cuerpo fino y menudo no le resta poder para convocar a numeroso público en sus talleres y meditaciones. Su pronunciada nariz delata su ascendencia vasca. Sus abuelos abandonaron a comienzos de siglo la Lesaka natal para hacer las "Américas". Entre tintineo y tintineo "Portal Dorado" le ha extendido estas preguntas:
 ¿Porqué están hoy los ángeles más cerca que nunca?
El hombre ha respondido a su llamado. Los mensajeros celestes están descendiendo hacia el mundo de los hombres, pues vivimos tiempos de grandes cambios. Se acercan en huestes luminosas, rozándonos el alma con sus alas. Despiertan nuestras conciencias dormidas, elevan nuestras miradas y nos muestran su Reino. Las puertas de ese Reino celestial están también más abiertas que nunca a los hombres y mujeres de buena voluntad.
¿A qué se debe este masivo retorno de los ángeles?
La tierra está en estado de emergencia. Sonaron las sirenas y las alarmas hicieron eco por todo el universos. Millones de ángeles se acercaron y atendieron a ese llamado de colaborar en el rescate espiritual de la Tierra.
¿Angeles ayer, extraterrestres hoy?
Son muchos los seres de luz que han acudido en misión de ayuda a los humanos. Es posible que a veces confundamos unos y otros. Algunos seres de otros mundos irradian un aura de bondad que los asemeja a los ángeles. Muchos de esos seres que consideramos extraterrestres sean también ángeles.
¿Pueden los ángeles tomar cuerpo físico?
San Pablo advertía que cualquiera puede encontrarse con un ángel en el camino sin llegar a reconocerlo, por lo que debería de tenerse cuidado de tratar a todos los hombres como si fuesen posibles mensajeros de Dios.
¿Dónde, rayos, se meten los ángeles que no los vemos?
Los ángeles viven en un mundo sutil, vibran en una frecuencia muy elevada, muy rápida. En cambio nosotros vibramos en una frecuencia mucho más lenta. Habitan en una dimensión diferente a la nuestra por eso no los vemos.
¿De verdad que están ahí tan cerca?
Por supuesto. Algunas raras veces se hacen evidentes a los ojos humanos, pero sólo por breves instantes. Hacerse visible requiere para ellos un trabajo especial. Necesitan cambiar de vibración para entrar en nuestra dimensión y hacer posible que los veamos. Nuestro mundo es muy lento y pesado para ellos.
¿Hubo en tu caso un llamado más o menos consciente?
En un principio vinieron aparentemente solos a mi vida personal. Quizá aunque no hubiera un llamado consciente mío, sí había un llamado de mi alma.
Ahora los convoco expresamente al hacer sonar la campanilla. Sé que acuden a mi llamado. Yo también acudo al llamado de ellos a través de campanas más interiores que resuenan en mi alma
¿Qué método nos puedes recomendar para salir a su encuentro?
Es indispensable salir de la frecuencia más densa que nos envuelve. Para ello es importante conectarnos con el ritmo del fluir respiratorio. Si entramos en un estado de meditación profundo, si logramos alcanzar esa sensación de livianidad y flotamiento nos acercaremos a su mundo invisible. Ellos al percibir ese esfuerzo disminuyen también su vibración con el objetivo de acercarse a nosotros. De esta manera entre ambos mundos se constituye un puente sutil.
Tu contacto fue sin embargo más sencillo, a través del solo silencio...
Así es, necesitamos un silencio interno, un espacio al que el ángel pueda arribar. Sólo tras ese aquietamiento interior, los ángeles pueden acudir a nuestro sincero y amoroso llamado. Aún sin saberlo, yo ya meditaba desde muy niña.
¿Cómo sabes que se trata de ángeles?
Si sientes que la conexión que haces es sublime y luminosa, sabrás entonces que has tropezado con el mundo de los ángeles.
¿Nos podrías facilitar la descripción física de uno de ellos? ¿Llevan alas o se las colgaron los humanos?
No se trata de seres físicos. Están hechos de un materia menos densa que la humana. Pueden tener alas, pero a veces se presentan también sin ellas. Son seres lumínicos, de una luz refulgente. A veces los he percibido como muy altos, completamente blancos, con túnicas también blancos y enormes alas también de este color hasta el suelo. Siento que me envuelven en una atmósfera de paz y plenitud. Ante su presencia ya no me falta nada, me sobra todo.
¿No están los ángeles mermados de libre albedrío?
Los ángeles no tienen libre albedrío. Viven en una realidad diferente a la humana. Están fuera de nuestros parámetros.
¿Existen los ángeles caídos, Lucifer a la cabeza?
Esto constituye una paradoja. Si los ángeles no tienen libre albedrío, ¿cómo puede haber ángeles caídos? Sin embargo las tradiciones afirman que hay ángeles que no están al servicio de la Luz. Ellos respondieron en su día a la provocación de uno de los ángeles preferidos. Le llamaban Lucifer por ser uno de los más luminosos. La tradición nos cuenta que Lucifer se reveló ante Dios y cayó en pecado de soberbia, dio rienda suelta a un ego desmedido.
Al crear a los seres humanos, Dios puso a los ángeles a nuestro servicio. Lucifer se negó a servir a seres inferiores. Se dividieron entonces los reinos de la luz y la oscuridad. Ahora se trata de que los ángeles caídos regresen a su lugar original en la luz. Ese es también nuestro itinerario como humanos.
¿Cómo podemos distinguir a un ángel de un demonio disfrazado?
Nuestro corazón es el filtro. El nos ayudará a distinguir a uno de otro. El ángel nos trae una emoción de paz, armonía, equilibrio... Por el contrario el demonio, por disimulado que se nos presente, nos acercará turbulencia, inquietud, desasosiego... En realidad, esas mismas características que atribuimos a los demonios, están dentro de los humanos. Valga la metáfora: todos llevamos algo de ángel y de demonio con alas y cuernos más o menos estirados en nuestro interior.
¿Está el ser humano destinado a ascender a un plano angélico ?
Algunos seres humanos ya están siendo preparados para ello. Depende del nivel de conciencia de cada alma. No todos los humanos estamos en la misma etapa evolutiva, ni tampoco todos estamos destinados a alcanzar el estado angelical.
¿Por qué eligieron los ángeles a Graciela?
No soy más que uno de tantos canales. Me abro y acojo información. Recibo mensajes como un canal de radio. Es una experiencia sencilla: Te sintonizas con una frecuencia y comienzas a recibir ondas. Tal vez no sabes de donde vienen. Lo importante es permanecer abierto, relajado, sin tensiones ni expectativas, dejar que la comunicación suceda.
¿No hay exceso de jerarquía por ahí arriba en el mundo de los ángeles?
La mayoría de los estudiosos de angeología agrupan a los ángeles en jerarquías. El conjunto de estas jerarquías celestiales es una vasta esfera sin fin de seres que rodean un punto central incognoscible al que denominamos Dios. Esta vibración central es la más elevada. Las frecuencias que la rodean van disminuyendo a medida que se alejan de ese centro.
De cualquier forma, las jerarquías celestes poco tienen que ver con las nuestras. Mayor rango en su escala no significa sino más responsabilidad y compromiso en el servicio.
¿Cuál sería ese orden jerárquico?
Dionisio de Aeropagita estableció la clasificación más extendida. Según este orden los Serafines tienen la frecuencia más elevada, después vienen los Querubines, Tronos, Dominaciones, Virtudes, Principados, Arcángeles y Angeles.
¿Para qué creo Dios a los ángeles?
Los ángeles fueron creados por amor. Dios no tenía necesidad de los ángeles, pero sí el ser humano. Los ángeles fueron creados por la Divinidad para servir a los humanos y guiarlos hacia la Luz.
¿Y el sexo de los ángeles?
No son ni masculinos, ni femeninos. No se componen de los mismos elementos que los hombres. Ellos son "fuego y aire" y nosotros somos "tierra y agua”, con un soplo divino de fuego y aire.
Los ángeles más "populares" (Recuadro)
El arcángel Miguel custodia el umbral entre la luz y las tinieblas. Reina en los mundos del espíritu, la noche y el sueño. Las míticas historias que aluden a los combates librados entre la Luz y las Tinieblas, recuerdan a Miguel como el guerrero defensor del trono de Dios. Se le otorga el poder de protegernos y alejarnos de cualquier energía negativa o perniciosa.
El arcángel Gabriel se nos acerca despertando amor en nuestros corazones. Bendice las uniones entre los hombres, anuncia nuevas vidas, ablanda los corazones más duros. Gabriel es el protector de nuestro cuerpo emocional.
El arcángel Rafael es el jefe de los ángeles sanadores. "Rapha" en hebreo significa "sanador", "médico". Lo vemos asociado en la Biblia al "resplandor que cura". Su energía está relacionada con el crecimiento y la sanación. A menudo se le asocia con la imagen de una serpiente la cual figura en el emblema de la medicina. La serpiente es símbolo de sabiduría, curación y regeneración.
El arcángel Uriel es el protector de nuestro cuerpo mental. Uriel trae el brillo del sol a nuestra mente. Aclara las ideas y nos llena de clara visión.
El Angel de la Guarda es nuestro ángel más cercano. Cumple las funciones de maestro, consuelo y amoroso amigo. Se les denomina guardianes porque están a nuestro lado custodiándonos parar que podamos vivir en este planeta con la sensación de estar a salvo. A mayor acercamiento al Angel más seguridad y tranquilidad habrá en nuestras vidas. Jamás interfiere en nuestro libre albedrío, sólo interviene ante nuestra solicitud.
El Angel de las Relaciones es una ayuda para el mejoramiento de los lazos que ligan a las personas.
El Angel de las Polaridades restaura el equilibrio entre los opuestos complementarios (Yin y Yang). Intermedia en nuestro comportamiento, ayudándonos a balancear estas dos polaridades.
El Angel de la Transmutación nos acompaña en los procesos de purificación y cambio.
El Angel de los Conocimientos es el guardián de las enseñanzas celestiales y universales. Está muy vinculado a las personas que canalizan información.
El Angel de los Sueños envía o anuncia mensajes a través de los sueños.
El Angel Sanador es transmisor de una poderosa energía curativa.
El Angel Entonador se nos acerca para sintonizarnos con las vibraciones y los sonidos celestiales.
El Angel de la Paz nos imbuye de las cualidades necesarias para que podamos ser agentes portadores de la Paz.
El Angel de los Dones es el custodio de virtudes que ayuda al hombre a estar más cerca de su desarrollo más elevado.
El Angel de los Inventos alientan las mentes de los creadores y científicos.
El Angel de los Lugares es el protector de todos los rincones del planeta.
El Angel de los Proyectos nos ayuda a enfocarnos mejor en nuestra misión personal.
El Angel del Nuevo Orden nos ayuda a clarificar nuestra visión y a armonizar nuestra vida interna.
El Angel del Paisaje es el custodio de los elementales que están agrupados en cuatro reinos: tierra, aire, fuego y agua.
El Angel Armonizador se hace presente cada vez que meditamos o realizamos un ritual sagrado trayéndonos armonía. |
|
|
|
Con su menudo cuerpo, con su frágil garganta, con su suave timbre argentino, parece que su voz se viera impotente para convocar a tan excelsas huestes celestiales. La clave está en la campanilla que la acompaña. Pasea su celestial sonido por todo el mundo. Asegura que los ángeles acuden raudos a la mágica llamada del tintineo. 
