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Constelaciones Familiares

La finalidad última de esta innovadora terapia creada por Bert Hellinger es que el amor crezca y prospere en todas nuestras relaciones familiares sin impedimentos. Se trata de hacer fluir de nuevo la paz y el gozo entre los miembros, de restablecer lazos que por una u otra razón quedaron rotos o quebrados...

La familia es nuestro más estrecho marco de relaciones. Desde el instante que saltamos a este mundo somos incluidos en un sistema familiar cuyo grado de armonía está en función de factores que la mayoría de las veces desconocemos. La finalidad última de esta innovadora terapia creada por Bert Hellinger es que el amor crezca y prospere en todas nuestras relaciones familiares sin impedimentos. Se trata de hacer fluir de nuevo la paz y el gozo entre los miembros, de restablecer lazos que por una u otra razón quedaron rotos o quebrados. Para ello será preciso recrear la “constelación” de la familia en el marco de un singular círculo.

Por todas partes surgen estos círculos de “constelaciones”. Buscan el “orden del amor” que dota al individuo y a su clan familiar de “una fuerza y energía renovadora que traspasa las fronteras de la comprensión mental”. Los “consteladores” están convencidos de que su trabajo puede cambiar la percepción y actitud ante cuestiones y situaciones vitales. ¿Pero qué diferencia a esta técnica del resto de terapias al uso, que la ha puesto tan de moda en los ámbitos acuarianos y de crecimiento interno? Fundamentalmente en una “constelación familiar”, en lugar de buscar problemas, se procura entender dónde se esconde el amor. Otra importante diferencia es que el trabajo terapeútico se desarrolla de una forma vivencial. El “cliente” sale al círculo y escoge entre los presentes a quienes representarán tanto a él mismo como a los miembros de su familia. Comienza así un trabajo basado en ritos de lenguaje corporal y frases con un efecto integrador y liberador. En medio del círculo el terapeuta tratará de conducir a cada persona a abrazar su propia responsabilidad. El “constelado” hallará así el lugar que le corresponde en el seno de la familia y recuperará su dignidad, entendida ésta como su reintegración a la armonía. En medio de la representación deberá de aflorar todo lo que se mantuvo oculto y que impedía el restablecimiento del orden de amor en el seno de la familia.

“Dar y tomar”

El “culpable” de" tantas “constelaciones” que gravitan sobre nuestro planeta es un anciano alemán, Bert Hellinger, que en pocos años ha revolucionado el mundo de la psicoterapia. Quienes le conocen afirman que es capaz de desentrañar la causa del desorden en el sistema familiar de un modo tan rápido y directo, como clarificador y efectivo. Desde su cuartel general en Regensburg (Alemania) se desplaza por todo el mundo, reuniendo a centenares de personas allí donde se pone a predicar sobre su “terapia de choque”.

El veterano profesor parte de la idea de la armonía originaria de la familia, un “orden de amor” que somos llamados a recuperar para el bienestar y alivio de todos los componentes. La base de ese equilibrio está en un “dar y tomar”, que se puede romper por muchos factores que es preciso investigar. En la terapia de las constelaciones las dinámicas e implicaciones que generan desarmonía van poco a poco saliendo a la luz. Al final de las sesiones de círculo se busca restablecer ese orden capaz de acabar con la repetición de acciones generacionales, con la cadena de los destinos trágicos. Hellinger está persuadido de que la felicidad se rige precisamente por la cuantía del “dar y de tomar”. Un gran movimiento en este sentido va acompañado de gran alegría y plenitud. Si hay un intercambio elevado y equilibrado se alcanza una sensación de ligereza, de justicia y de paz. Para el inspirador de las constelaciones una posibilidad de llegar al equilibrio es el agradecimiento: “Dar las gracias significa: lo tomo con alegría y lo tomo con amor, lo cual expresa un profundo reconocimiento del otro”. De igual manera, un problema familiar se solucionaría con el mismo amor que supuestamente lo causa: “La misma fuerza del amor fluye en la solución, sólo que disponiendo de un poco más de conocimiento. Durante la configuración de la constelación familiar, la tarea terapéutica consiste en encontrar el punto en el que el cliente ama. Ese punto es la palanca. El amor que enferma es el que tiene la sabiduría de la solución cuando emerge y se vuelve consciente.”

“Constelando”

Antes de acudir a la terapia los participantes deberán obtener siempre la mayor información sobre la historia de su familia, tanto del lado paterno como materno. La disposición del trabajo es circular. Mediante el método de ronda se impide la interacción entre los miembros del grupo. No existe la posibilidad de alabar o criticar a nadie. Esta actitud de sagrado respeto crea una conciencia de grupo más profunda y espiritual que las dinámicas de grupo habituales.

El “constelado”, después de revelar la naturaleza de su problema, elige entre los participantes a quienes representarán a cada uno de los miembros de su familia. Estos son colocados en relación de cercanía y distancia afectiva. La situación que se crea es curiosa: se encuentran personas escogidas al azar, completamente extrañas y que no se conocen entre sí, ni están enteradas de la historia que causó el problema. Hellinger afirma que estas personas elegidas para el roll de representación, llegan a sentir como las personas representadas en el momento en que se hallan dentro de la constelación; incluso manifiestarían síntomas que esas personas tienen sin saber nada de ellas. El popular psicoterapeuta cree que esa situación se da porque los grupos tienen una conciencia profunda de que en el círculo todos tienen derecho a pertenecer y ser valorados y respetados. Si ha ocurrido una injusticia, en el grupo surge la necesidad de una compensación.

Paso a paso, preguntándole a los representantes acerca de sus sentimientos, el terapeuta restablece el orden en el sistema o grupo hasta que se encuentra la solución. A través de los "movimientos de alma" que llevan hacia la reconciliación, se devela que todos somos responsables por las otras personas. Las lealtades invisibles emergen incluso para quienes ya no están vivos. Según los manuales al uso, en la configuración de la constelación se busca en el entorno familiar a personas excluidas, olvidadas, difamadas, denigradas, no honradas en el sistema, personas tratadas con injusticia, las que se fueron para ceder su espacio a otras y las que sufrieron vidas particularmente difíciles.

Bert Hellinger: misionero y terapeuta

Dicen los profesionales que encarna uno de los desarrollos más sorprendentes en psicoterapia. Impresiona de manera positiva allí donde acude. Este antiguo misionero, que se paso 16 años entre los zulúes, recogió de esta rica convivencia una visión multicultural de la vida y se hizo con un gran bagaje ritual. Antes de colgar la sotana definitivamente participó en entrenamientos ecuménicos e interraciales de dinámicas de grupo dirigidos por la Iglesia Anglicana. Ya fuera de la Iglesia empezó un entrenamiento psicoanalítico en Viena y conoció a su futura esposa, Herta. Devoró a Freud, Jung…, pero su insaciable vocación de búsqueda le hizo abandonar la pasiva terapia del diván. Incursionó en terapia gestalt y análisis transaccional y poco a poco se fue especializando en terapias de grupo, hasta hallar las constelaciones familiares que son su sello de identidad profesional.

Este trabajo le ha valido el ser reconocido como uno de los nombres claves del mundo psicoterapéutico actual. Su técnica ha desembarcado recientemente en España pero se halla extendida, además del ámbito germánico, por Europa y Estados Unidos. Ha trabajado con su novedoso enfoque con miles de personas en Israel, Argentina, México, Chile, Venezuela, Japón, China, Rusia, USA, Alemania, Suecia, Austria... Gabriele Ten Hövel, periodista alemana, escribe en su libro “Constelaciones Familiares. El Reconocimiento de los Órdenes del Amor”: “El trabajo terapéutico de Bert Hellinger, me dejó absolutamente fascinada. Lo estuve observando durante tres días mientras trabajaba con enfermos frente a un auditorio de 400 personas. Al principio parecía una pieza de teatro: excitante, tal y como si fuese sacada de la vida real. Mientras tanto, los espectadores, al principio neutros, se trasformaron gradualmente y sin darse cuenta, en participantes de un drama que se llama ‘familia’. De repente la historia de cada uno de ellos,
acontecimientos que hasta entonces parecían irrelevantes, adquirieron importancia. Inesperadamente las lágrimas empezaron a correr por las mejillas, porque alguien hizo una reverencia a la madre. Sabe Dios por qué ...”

María Martínez: “Hay mucho que aprender a través de las relaciones de familia”

Buscamos en nuestra geografía el rostro de esta nueva generación de terapeutas formados con las directrices del original método de Hellinger. En la ciudad condal damos con María Martínez Calderón, una profesional catalana con reconocida experiencia “constelando” pacientes. María nos comparte la singularidad y eficacia del método. Afirma que los participantes se sorprenden de la facilidad y simplicidad con que la compasión y el amor fluyen en las constelaciones. Para esta terapeuta del “Instituto Quantum” de la capital catalana, participar en una constelación provee de una experiencia y evidencias convincentes que sugieren que todos estamos conectados unos con otros de maneras totalmente inesperadas. María está convencida del valor y la necesidad de la familia y las constelaciones se habrían acercado en el momento oportuno para fortalecerla. Para ella no es tanto una cuestión de creencias, sino de vivir la experiencia.

¿María, por qué “constelamos”?

Los asuntos no resueltos de nuestros antepasados las injusticias cometidas dentro del sistema familiar, así como la violencia en cualquiera de sus modalidades, afectaría la vida de los integrantes de la familia. En su grado extremo las afecciones se podrían manifestar a través de enfermedades inexplicables, depresiones, suicidios o relaciones conflictivas al interior de la familia.

¿A partir de qué constelamos?

No nos interesa muchos detalles del paciente o constelado. Recabamos tan sólo información sobre acontecimientos importantes que han grabado su historial familiar y personal.

¿Cómo constelamos?

Mediante la terapia se trata de alcanzar un silencio que llegue al alma y de percibir la energía de la persona que estás representando. La escenificación se desarrolla con movimientos muy lentos y en silencio. Los representantes sólo responden a las preguntas del terapeuta, por ejemplo: ¿qué tal te encuentras en esa disposición?, ¿quién necesitas tener al lado? Existen también unas frases sanadoras como aquellas en las que los padres bendicen a los hijos y los hijos honran a los padres. Por su parte el constelado o representado es capaz de ver desde fuera cuestiones suyas propias que desde dentro no podría percibir.

¿Para qué constelamos?

Hay mucho que aprender a través de las relaciones de familia. Cuando constelamos salimos de la condición de víctima. Aprendemos a reconocer el don de la vida que nos han dado nuestros padres, a honrarla con responsabilidad. Por lo demás, con las constelaciones fortalecemos también ese cuerpo energético o alma que rodea nuestro cuerpo físico.

“Constelaciones ibéricas”

En España se ”constela” en los siguientes centros e institutos:

Quantum . Instituto médico
Doctor Ferrán 22- 1º-4ª
08034 Barcelona
Telf.: 932052296
E-mail: quantum@milenium.com
www.institutoquantum.org

Institut Gestalt
Verdi 92, 2º
08012 Barcelona
Telf/Fax: 93-237 28 15
E-mail: instgestalt@ibernet.com
www.institutgestalt.com


Sylvia Gómez Pedra
Colom 53-55, 4º,B
08201 Sabadell
Telf.: 93-745 97 42
E-mail: gomez.pedra@terra.es


Aula "La Montera"
Miguel Cid 16,
Esc.E - 1ºA
41002 Sevilla
Telf.: 95-490 13 74
E-mail: ramonresino@teleline.es

Punto Cero - Espacio de Psicoterapia y Desarrollo
San Francisco 1, 2º
01001 Vitoria
Telf.: 945-27 17 33
E-mail: fcamara@euskalnet.net

Sede central en Alemania:
Das Virtuelle
Bert Hellinger Institut
Haidplatz 7a
D-93047 Regensburg
Germany
Tel.: +49-(0)941-565046
Fax: +49-(0)941-560172
E-Mail: office@hellinger.com

Carmen Codina
C/ Camp, 41- 2º 1ª
BARCELONA-08022
Telf.: 93 211 12 83 (Disponible de 14.30 h. a 16 h.)

 
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