Partió Arafat, su cuerpo nos deja, pero su estela permanecerá en los registros históricos. Para unos fue un luchador de una causa nacional justa que supo abandonar la vía armada en su momento oportuno, para otros un encubridor de terroristas y negociador intransigente... ¿Hizo Arafat todo lo que pudo por la paz, rechazó ofertas honrosas que hubo de haber aceptado por el bien de su pueblo y la pacificación de tan convulso rincón del mundo? Quizás no nos toque a nosotros juzgar estos extremos. Que el Cielo y el tiempo se encarguen de poner su polémica figura en el lugar que le corresponde.
Su historia es el espejo donde podemos ver nuestro propio conflicto interior, nuestra propia dualidad interna no resuelta. Esa dualidad, ahora horror, ahora belleza, nos deja, a los trabajadores de la Luz un claro mensaje: hace falta más Luz dentro y fuera de nosotros, hace falta más Amor en nuestro mundo y en el mundo. Hace falta que cada vez más y más personas nos enfoquemos en el propósito de Unidad, de Respeto, de Armonía, hace falta que seamos más, hace falta que nos comprometamos más, es necesario que trabajemos mejor.
¿Cual es el futuro de Palestina?, nos preguntamos ahora. La nueva era avanza, la nueva tierra se acerca. La decisión política de un pueblo influye ya en el planeta entero, no sólo en su nación y en sus cercanos alrededores.
Es momento de enviar Luz y Amor al pueblo palestino, es momento de hacerles llegar nuestros anhelos de paz y fraternidad, es momento de decirles que creemos en la fuerza del diálogo y la negociación. Es momento de enfocar nuestra mente en el propósito de Paz planetaria.
Mantengamos nuestra mirada en Palestina en estos días, abramos de par en par las compuertas de nuestro corazón y dejemos que fluya una cascada de esperanza, permitamos que un torrente de caricias de Luz empape cada rincón y cada hogar de esta bendita tierra. La fuerza de la ternura y nuestra firme determinación de paz llegarán adonde el miedo y la rabia jamás conseguirán entrar. |
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El paso de Arafat por la historia y la situación actual en Palestina son una llamada de atención para todos los trabajadores de la Luz, son un grito de socorro de nuestro amado planeta Tierra: hace falta más Amor... 
